sábado, 15 de diciembre de 2012

Contra los pantanos, otra vez más 20121215

Hoy, a las once y media de la mañana, manifestaciones que saldrán de los cuatro puntos cardinales de Zaragoza convergerán ante la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en Sagasta, para traer hasta la mismísima capital del Ebro la protesta contra los pantanos que están siendo o van a ser construidos (recrecimiento de Yesa, Biscarrués, Mularroya) y contra el Plan de Cuenca, que ignora de manera flagrante las necesidades del río y de su delta. Desde la CHE, se recorrerá el centro de la ciudad hasta la plaza de La Seo, donde se rematará la faena con los habituales discursos y exhortaciones.

Como voy a ser uno de los discurseadores, me permito adelantar mi impresión al respecto. Se me hace incomprensible que a estas alturas del milenio aún estemos en lo que estamos. El incuestionable cambio climático, la evidencia de que la del Ebro es una cuenca más que regulada, la insostenibilidad económica o la imposibilidad de los últimos embalses (El Val, Lechago, Montearagón), el descenso de caudales... todo nos obliga a repensar la forma de gestionar el agua, a establecer prioridades razonables en su consumo y a poner en orden un sistema de adjudicaciones que privatiza un bien de evidente naturaleza pública. No me cabe en la cabeza la absurda persistencia de paradigmas superadísimos ni que hayamos convertido en dogma de fe un pacto tramposo que solo pretendía colarnos el trasvase por la gatera.

La democracia ha sido incapaz de zanjar cuestiones claves para la normalización de España. Ha fracasado, por ejemplo, a la hora de ceñir la planificación urbanística a los intereses populares (y de ahí viene la que está cayendo). No ha logrado situar la soberanía popular por encima de los poderes fácticos. Y tampoco ha resuelto la cuestión de los pantanos, pese a que este asunto debería estar más que zanjado. Es más, cuando el otro día se produjo la carga de la Guardia Civil en Artieda, todos los fantasmas del pasado se cernieron otra vez sobre el Pirineo: violencia, autoritarismo, arbitrariedad, sinrazón.

Y así... ¿hasta cuándo? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario