miércoles, 14 de agosto de 2013

Maldita e insidiosa memoria 20130814

La memoria tiene mala fama entre la gente de orden. Año tras año se ha mantenido viva la aversión de la derecha a volver la vista sobre lo sucedido antes del 78, año en que la democracia apareció por generación espontánea y se quiso oficializar el aquí no ha pasado nada. En este país la amnesia es una virtud patriótica. Por eso no es raro que ayer, cuando los exsecretarios generales del PP (Pacocascos y Campeónarenas) tuvieron que declarar sobre las cuentas del partido, utilizaran el "no recuerdo" como respuesta habitual. Eso sí, reconocieron que había cierta confusión en los que respecta a las donaciones. Claro, solo así se explica que Bárcenas pudiera sisar tranquilamente decenas y decenas de millones sin que nadie se diera cuenta. Eso no era una contabilidad, era un maravilloso frenesí.

A la calle Génova llegaban los ricos con sus millones... ¿por simpatía?, ¿por afición ideológica?, ¿por instinto natural? Y tantas eran sus dádivas, tan continuas y tan elevadas que por lo visto no había forma de irlas registrando con algún orden. Así, el partido pagaba sobresueldos (digo sobre, porque muchos beneficiados cobraban además en sus respectivos cargos públicos), que solo para la más alta cúpula totalizaban un millón y medio anual. Bien, ¿eh? ¡Qué fácil es, cuando uno las pilla al vuelo, imponer recortes y reducciones salariales a los demás! Queda claro que esta empática relación con la gente que maneja pasta (grandes constructoras y otras empresas que contratan habitualmente con las administraciones públicas) permite a los conservadores aplicar severos y demagógicos ajustes, como ha hecho la señora Cospedal en Castilla-La Mancha. A ella, plin. Al poco de hacerla presidenta de aquella comunidad, la doña y su marido se compraron en Toledo una mansión de dos millones y pico de euros. Sin hipoteca.

Tener o no tener memoria, esa es la cuestión. No siempre es fácil olvidar. Las cajas aragonesas (o sea, la Caja) se han acordado de que nuestro Gobierno autónomo avaló al Real Zaragoza en sus créditos. Ahora reclaman al Pignatelli un millón, a bocajarro. A veces, la amnesia no es una opción. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario