jueves, 31 de octubre de 2013

Los que no se remiten... ni a las pruebas 20131031

Los hechos comprobados, las pruebas de lo obvio, las revelaciones, la verdad (en una palabra) han dejado de tener importancia. En un mundo complejo saturado de mensajes y repleto de personas y organizaciones dispuestos a contar su propia versión de la realidad, muchos no son capaces de modificar sus convicciones ni frente a las más notorias (y contrarias) evidencias. Son famosos los sondeos llevados a cabo en USA, según los cuales amplios sectores de la opinión pública mostraban su convencimiento de que Sadam Hussein había participado directa y personal en los atentados del 11-S, o seguían pensando que Irak disponía de armas de destrucción masiva meses y años después de que las inspecciones tras la invasión de dicho país no hallaran ni rastro de tales armas.

Por eso hay personas convencidas de que la economía mejora, pese a los datos que desmienten tal ilusión. O ciudadanos incapaces de entender los datos estadísticos más elementales si éstos no coinciden con sus percepciones y creencias. Incluso existen creadores de opinión (oficio singular sin duda) que acusan de traidores y amigos de ETA a los policías que más terroristas detuvieron y a los políticos que, datos en mano, con más eficacia pilotaron Interior (no por cierto Mayor Oreja, cuya gestión fue desastrosa si nos atenemos a los hechos).

He oído a personas como Dios manda, clamar en su día contra las escuchas de las conversaciones entre los imputados de la Gürtel y sus letrados, y muy poco después reaccionar con indiferencia e incluso regocijo cuando la policía mató a tiros a un ciudadano rumano que era perseguido por no se sabe qué. ¡Que hubiese obedecido las órdenes de alto!, decían estos grandes partidarios del Estado de Derecho sin entender la flagrante contradicción entre ambas actitudes. Y el otro día, hablando de Gran Scala, un tipo aseguró sin dudar que la quimérica neociudad no se hizo en los Monegros por culpa de la campaña llevada a cabo por quienes trabajamos para llevar los casinos a Madrid o Barcelona. No hubo forma humana de explicarle que las cosas no habían sido así. Yo, la verdad, ni lo intenté. 

miércoles, 30 de octubre de 2013

Ni macro ni micro ni leches 20131030

Eso de que la cosa macroeconómica va bien (y que del macro al micro sólo hay un paso) no cuela por mucho que lo diga el Gobierno. España tiene hoy una situación bastante peor que en el 2011: en evolución del PIB, en deuda pública, en déficit anual, en paro, en consumo interno... Sólo causan buena impresión las exportaciones (con una mejoría relativa engañosa, pues se parte de tan abajo que la más mínima subida ofrece porcentajes espectaculares) y la evolución de la prima de riesgo (lo que también tiene miga, porque ahora mismo anda por los doscientos y pico, cifra que, cuando Zapatero, se dio por absolutamente insoportable). El argumentario de la luz al final del túnel no se tiene en pie, pero el PP lo apuntalará de aquí a las próximas elecciones. Lo hará porque quiere y porque puede. El PSOE no podría ni de coña (de hecho, no pudo), pero la derecha juega con otras reglas. Y gana, claro.

Resulta muy curioso y significativo el alboroto que se ha montado por el desembarco del magnate digital Bill Gates en la española FCC. Con sólo 113 millones ha comprado el seis y pico por ciento de dicha compañía. Para el dueño de Microsoft gastarse ese dinero equivale al esfuerzo que podemos hacer cualquiera de nosotros pagándonos una cañita al mediodía. Una bagatela. Se proclama a los cuatro vientos que el advenimiento de Gates es lo más de lo más. Pero la verdad tiene otra cara: España está tan barata que cualquier supermillonario puede entrar en sus mayores empresas invirtiendo cuatro cuartos.

La alegría de Rajoy, Guindos o Montoro (secundados por Alierta o Botín) no está causada por una mejoría de las macrocuentas que no existe, sino por la constatación de que su programa de devaluación interna se cumple a rajatabla sin que el país estalle. Bien al contrario, mucha gente traga. Y si el personal es capaz de comerse con patatas un empobrecimiento como no se conocía desde el final de la Guerra Civil (España no recuperó hasta bien entrados los Cincuenta el nivel económico de 1936)... ¿porque no se va a comer enterito el nuevo cuento de los brotes verdes? 

JOSÉ LUIS Trasobares 30/10/2013

martes, 29 de octubre de 2013

Refinanciar 76 milloncicos... y lo que venga 20131029

Que el telecabina instalado en la Expo de Zaragoza (y sin uso desde el final de la muestra) sea llevado a Valdelinares para prestar allí servicio es casi un consuelo. Las idas y venidas del artilugio van a salirnos por unos ocho kilates (entre montarlo y desmontarlo), pero al menos el cacharro tendrá por fin alguna utilidad. Otros artefactos, infraestructuras y edificios no dan tanto juego. O siguen fuera de uso acumulando ruina, o para tenerlos en marcha hay que seguir metiendo millones a punta de pala. Cada error del inmediato pasado vuelve y vuelve a nosotros, sin solución de continuidad, con sus facturas bajo el brazo. Cosas de la vida.

Al mismo tiempo que nos contaban lo del citado telecabina, nos daban noticia de que Aramón (empresa semipública que posee y administra la mayoría de la estaciones de esquí aragonesas) va a refinanciar 76 millones de deuda. Se dice pronto, ¿eh? Doce mil y pico millones de las antiguas pesetas. Y no será lo único que sea preciso pagar tarde o temprano. La corporación que agrupa a las sociedades públicas aragonesas ha reconocido, por boca del consejero Bono, una deuda total de 455 millones. Era imposible deducir si esta cifra, impresionante en cualquier caso, no había sido mejorada durante la elaboración del extenso y evasivo informe que el Gobierno de la Comunidad llevó ayer a las Cortes y luego hizo público en su web. En más de doscientas páginas de cháchara, fotos y números indescifrables, apenas se disimula la naturaleza ruinosa de unas empresas que en 2012 perdieron 99,5 millones, el 6% más que en 2011. Eso sí, algunos de sus altos directivos siguen cobrando (pese a las iniciales rebajas) sueldos muy por encima del que percibe la presidenta Rudi. El jefe de Motorland, por ejemplo, cobra 80.000 fijos al año, que se aproximarían a los 100.000 gracias a ciertos pluses variables.

¿Transparencia? ¿Seriedad? No quieran los dioses. Como mucho podemos atisbar en las notas de prensa y entre la hojarasca de los informes oficiales algún detalle revelador del desastre que se agazapa en esas empresas públicas. Y espera... 

lunes, 28 de octubre de 2013

Democracia... y los que la amamos tanto 20131028

La democracia está en serio peligro. Me refiero, claro está, a la democracia formal con todos sus matices, sin cuya existencia se evapora lo demás. El principio de libertad de elección de nuestros representantes anda muy tocado (¿no son los candidatos predeterminados por los aparatos de los partidos?, ¿no es la Ley Electoral una norma a la medida del bipartidismo?, ¿no es habitual prometer una cosa en campaña y hacer luego la contraria?), pero además el contexto general es cada vez más negativo. Esto vale para todo el planeta global, pero tiene especial impacto en países frágiles como España, donde ni el Estado de Derecho está bien asentado ni la sociedad está organizada ni la estructura económica acaba de ser sólida.

Somos muchos los convencidos de que estamos entrando en una nueva edad de la Historia. Hace tiempo traspasamos las fronteras de lo que considerábamos contemporáneo. Ahora llega otra cosa que aún no acabamos de entender ni de calificar. La nueva época, postmoderna, individualista, frívola y muy condicionada por las nuevas tecnologías (sobre todo las de la comunicación), avanza hacia el paradigma de un mundo controlado y manejado desde unas altísimas cúpulas con capacidad para verlo todo, saberlo todo, trastocarlo todo y entontecer a todo dios. La impresionante potencia de los nuevos oligopolios del ámbito electrónico (Windows, Google, Amazon) y su férrea alianza con las burocracias políticas deja entre interrogantes nuestra capacidad de elección y nuestras libertades esenciales. Cuando Estados Unidos espía a sus enemigos, a sus aliados y a millones de personas corrientes y molientes, podemos hacernos a la idea de lo que hay (y Rajoy pidiendo explicaciones al embajador yanqui mientras se muere por ser recibido en el despacho oval, qué cosa tan patética).

Así que habremos de volver a la lucha por la democracia (o por su integridad). Estamos en una nueva etapa, vale; pero la Historia continúa. Y ni con todos los algoritmos y chips habidos y por haber se puede engañar a todos durante todo el tiempo. No dejaremos de amar la libertad. 

domingo, 27 de octubre de 2013

¡Y luego que nos quejamos de los políticos! 20131027

Tengan por seguro que soy un demócrata convencido, que asume la política como medio para resolver los asuntos públicos y que valora el trabajo de quienes se dedican momentánea o profesionalmente a dicha actividad. Me indigno cuando veo a los fascistas arremeter frontalmente contra los partidos y los sindicatos, a los ultraliberales cuando se aplican a dinamitar el Estado y a las sectas de la radicalidad izquierdista cuando hacen coro a la derecha antisistema copiando su argumentario antipolítico. Pero, claro, estamos donde estamos y aquí nos ha caído encima (por algo será) la espesa maldición de estar gobernados y representados por personas que con demasiada frecuencia han carecido de escrúpulos y de ideología, han mentido con descaro y cuya eficiencia profesional ha sido escasa por no decir nula. Ése es el problema: tenemos unos políticos francamente mejorables en un país donde gran parte del liderazgo (empresarial, social... o deportivo) necesitaría mejorar también, y no poco. 

¿A ustedes les parece normal que el mismo día en que la educación aragonesa se levantaba en una huelga masiva, la consejera del ramo, la increíble Serrat, volviese a la carga en las Cortes con el tema de los bienes eclesiásticos? ¿Y que después de haber sido toreada por los obispos tierranoblenses, vuelva a la carga sugiriendo una expropiación de los susodichos bienes que es imposible? Queda claro que esta señora quiere seguir tirando de santos y retablos, porque entretener a la gente con este temita es mucho más agradable que verla ponerse en pie contra la destrucción de la enseñanza pública. Fenomenal pitorreo.

Qué decir de Oliván, el psicodélico consejero de Sanidad y Bienestar (¿?) Social. De su boca salió la última perla: "Yo convierto los muertos en euros y los euros en dependientes". Se quedó a gusto, el espabilado. ¿Quería decir que ha de esperar a que se mueran quienes reciben ayudas para trasladar éstas a otras pobres personas que la han solicitado? Pero, ¡ay!, la gente aguanta mucho, se muere tarde... y la atención a la dependencia es insostenible. De momento Aragón está a la cola de las comunidades españolas en ese tipo de asistencia social. Qué exitazo.

Y el exalcalde de Mallén jurando que todo lo hizo por el bien de su pueblo (y el fiscal, impresionado, redujo sustancialmente su petición de pena). Y el Partido Comunista controlando sin contemplaciones la organización de IU en Zaragoza. Y la unidad de la izquierda, cada vez más lejos. Y Aragón sin programa ni estrategia. Y el PP y el PAR negociando los presupuestos a golpe de partida mía, partida tuya. Y el PSOE, en el Limbo... Podrían esforzarse un poco y apañar una miaja la cosa. Porque así, la verdad, es muy difícil sacarles la cara a los políticos. Ni aun queriendo. 

sábado, 26 de octubre de 2013

Nada podrá consolar a las víctimas 20131026

He dejado pasar los días, escuchando o leyendo opiniones sobre la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en relación con la doctrina Parot. Lo cual me ha llevado a tres conclusiones que sin mayores pretensiones comparto con ustedes.

En primer lugar, es evidente que nada podrá consolar a las víctimas de ETA. El deseo de compensar el daño sufrido devolviéndoselo multiplicado a quienes lo causaron es comprensible. Pero esa visión carece de horizonte lógico. Cualquier castigo siempre se quedará corto. Que Del Río esté unos años más en la cárcel o Bolinaga muera en un hospital penitenciario no va a cambiar las cosas, porque el daño que causaron estos y los demás criminales es irreparable. Las víctimas tienen derecho a expresar su dolor y ser atendidas, como lo están siendo. No pueden ser sin embargo un factor capaz de condicionar la política antiterrorista y la política en general.

Por otra parte, la citada sentencia ha provocado unas reacciones exageradas en las filas conservadoras. Las gentes de orden han tomado la costumbre de hacer bandera de las leyes y sentencias que les interesan y rechazar frontalmente las que no les gustan. Confunden el Estado de Derecho con el Estado de derechas. Y no es lo mismo, claro. El rechazo al proceso de paz que zanjó la derrota de ETA (cientos de terroristas apresados, cese de las actividades armadas de la banda, condena de la violencia por la llamada izquierda abertzale) resulta demencial. La farisea adhesión de estas gentes a la causa de las víctimas choca de bruces con su desprecio por otras víctimas, por ejemplo las del franquismo, cuyos sufrimientos siguen sin ser adecuadamente reconocidos.

Y en tercer lugar sería preciso, por el bien de todos, que en las filas conservadoras se entienda, al menos de forma básica, la naturaleza de la democracia. Una naturaleza que está en las normas y en la propia sociedad, que no confunde justicia con venganza ni puede alterar a capricho las reglas del juego. Nada consolará a las víctimas de ETA, pero en todo caso sus verdugos no han quedado impunes. Con doctrina Parot o sin ella. 

viernes, 25 de octubre de 2013

¡Ah!... si pudiésemos 'zapear' la realidad 20131025

Desde que en España empieza a amanecer, los telediarios de TVE me duran diez minutos. Asisto al arranque del informativo, escucho la interpretación de las dos o tres primeras noticias, alucino ante la peculiar manera de retratar la realidad que ha adoptado la tele pública (¿pública?), y ya harto me voy del canal 1 al 21 (que es donde tengo sintonizada la Neox) y acabo de comer viendo reposiciones de Dos hombres y medio. Una serie genial, sobre todo cuando la protagonizaba Charlie Sheen haciendo de sí mismo. Ayer procedí al susodicho zapeo justo cuando mis colegas de Prado del Rey contextualizaban la mejora (eso dicen) de las cifras de paro. Presentaron el tremendo incremento de los contratos a tiempo parcial como un fenómeno positivo, que además nos homologa con el resto de Europa. De profundizar en las trampas que esconden esos contratos (en muchos casos una forma de tener trabajadores a jornada completa pero pagándoles la mitad de la correspondiente miseria), nada de nada. España vuelve a ir bien. Y algunos adelantan que estamos a punto de convertirnos en la nueva Alemania, pues al igual que le ocurrió hace diez años a la poderosa república germana, sufrimos hoy una crisis que resolveremos dando un gran salto adelante gracias al aumento de las exportaciones. Cachondo, ¿eh?

Cambiar de canal no sirve para huir de esta situación. Te tienes que revestir de valor y escuchar, por ejemplo, a Esperanza Aguirre (recibida a bombo y platillo en los platós del TDT Party) pontificar sobre los grandes asuntos al estilo Lina Morgan. O has de leer cientos, miles de comentarios que en los medios y las redes sociales proclaman que los profesores españoles son unos jetas y unos vagos, los estudiantes unos analfabetos (y vagos, también), los universitarios unos consentidos bienpagaos, los investigadores unos inútiles, los cineastas unos mamarrachos, los escritores... ¡Qué reveladores son esos desahogos! ¡Cómo se refleja en ellos la pobreza intelectual de quienes presumen de burricie y odian todo lo que signifique conocimiento, creación y cultura!

Anda: quítate esto de encima. 

jueves, 24 de octubre de 2013

En estricta defensa propia 20131024

La enseñanza española, entera y verdadera, planta cara al ministro Wert y sus delegados regionales. Aferrada al informe Pisa, informe Pisa, informe Pisa, la derecha promete no sé qué cosas, pero en realidad lo que ansía es desmontar la red de centros públicos, arruinar la universidad y volver a los viejos tiempos, cuando la educación superior solo era accesible a los hijos de buena familia; los demás, a silbar a la vía. Este programa se va cumpliendo con un rigor y una intensidad brutales. El Gobierno Rajoy administra sin piedad la herencia recibida. En dos años ha llevado la deuda pública hasta el 100% del PIB (2012 se cerró con un déficit del 10,60%, incluyendo 3,70 puntos correspondientes al rescate bancario). En los mismos dos años ha minado sin piedad los servicios públicos, especialmente la enseñanza y la sanidad. Y si la ciudadanía no detiene la actual espiral, el resultado final será un desastre cuyas consecuencias apenas llegamos hoy a intuir.

La gente lucha (huelgas, manifestaciones, boicots) en estricta defensa propia. Es cierto que las ideas neoconservadoras han logrado convencer a no pocos muertos de hambre de que el ultraliberalismo y la destrucción del Estado del Bienestar serán una cosa maravillosa. Otra mucha gente está asustada y solo piensa en la forma de capear el temporal salvando lo máximo que pueda del naufragio inminente. Pero las mayorías sociales aún son capaces de percibir qué clase de futuro les espera. Y todavía están dispuestas a plantar cara.

No parece haber otro camino. O la movilización popular salva la enseñanza y la sanidad pública, o ambas se perderán para siempre. Ya no cabe llamarse a engaño. Estos días se ha confirmado que, mientras el Salud saqueaba al asalto mamógrafos y ecógrafos del centro de especialidades Pablo Remacha (barrio San José, Zaragoza), los pacientes afectados eran derivados a un centro de radiodiagnóstico privado. Miserable y escandaloso. Eso sí, queda claro que el consejero Oliván sabe portarse bien con la gente de su cuerda. En este plan, al personal de a pie solo le queda defenderse... o perder la partida. 

miércoles, 23 de octubre de 2013

En la cárcel los días son años 20131023

El libro de la zaragozana Mercedes Gallizo (Penas y personas.- 2810 días en las prisiones españolas. Editorial Debate) es muy especial. En primer lugar porque Merche, exsecretaria general de Instituciones Penitenciarias, es la primera persona que tras ocupar dicho cargo se ha ocupado de teorizar la experiencia divulgándola. En segundo, porque ha perseguido tal objetivo dando la palabra a los propios presos y revelando con meridiana claridad lo que cualquiera puede intuir a poco que afine sus entendederas: que al talego van mayoritariamente los desgraciados y que las prisiones son un gigantesco psiquiátrico y una enorme residencia de discapacitados. Salvo errores judiciales, que también los hay, nadie acaba en el mako por practicar el bien. Pero es revelador que en la España de hoy cualquier camello o ladrón de poca monta se come una condena por su sitio mientras que los altos delincuentes, los que se llevan los millones sin inmutarse, pueden movilizar a los mejores despachos de abogados y salir de rositas dándole la vuelta a la ley.

Gallizo ha escrito este libro en un ejercicio de coherencia personal. Ella pertenece a un grupo de personas que dentro de su generación (que es la mía) supieron luchar contra el franquismo jugándose el tipo y luego evolucionaron desde cualquiera de las diversas corrientes del marxismo revolucionario hacia posiciones socialdemócratas sin perder jamás el norte: la construcción de una sociedad más libre y más justa. Por desgracia, poca gente así ha seguido viva en la política de altos vuelos (a la propia Merche la han dejado en la cuneta pese a la reconocida eficiencia de su gestión).

España es un país con una población reclusa muy alta y donde se suele creer que la única forma de luchar contra la delincuencia y la inseguridad es incrementando las penas. Es significativo que el libro de Merche aparezca en plena polvareda por la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos relativa a la aplicación retroactiva de la llamada doctrina Parot. Muchas personas creen que estar en prisión es una bagatela. Si es así, por favor, lean ese libro. 

martes, 22 de octubre de 2013

Cuando los jefes son el desastre

Cada fin de semana, los jefes aprovechan reuniones del partido, asambleas, foros económicos y otros eventos amables, además de entrevistas en los medios, para echarnos el discursito. Sus argumentos precocinados y sus frases cliché caen a peso sobre una opinión pública devastada por las consecuencias de la crisis. Pero más allá del hartazgo que puede provocar escuchar a los presuntos picos de oro que manejan nuestras cosas (hablo de políticos pero también de empresarios, gurús de la economía y otros pájaros), merece la pena escucharles con alguna atención. Entonces se descubre su terrible mediocridad y cómo la sucesión en los liderazgos ha ido produciendo una constante pérdida en la calidad del material humano y profesional que accede a las distintas cúpulas.

Me ha dejado estupefacto, por ejemplo, el papel del Rey (en plasma y diferido) y de Rajoy en la llamada Cumbre Iberoamericana, un encuentro devaluadísimo al que ya no se molestan en ir los máximos mandatarios de los países más relevantes. La aparición televisual de un Juan Carlos I avejentado y enfermo resultó lamentable. En cuanto a nuestro jefe del Gobierno, su cantinela de que España vuelve a ir bien y de que el Borbón es una figura esencial para la comunidad hispanoparlante dio simplemente pena. Vistos ambos (monarca y presidente) a través de los oficialistas ojos de TVE-Nodo, aparecían como los mascarones de proa de este desastre que es hoy España.

Claro que luego vino la entrevista a Zapatero en La Sexta. ¡Madre del Amor Hermoso! ¿Cómo pudimos creer que este hombre, pese a su clamorosa sosería, tenía algo? El ex aparece hoy como el ser insustancial y vacío que es o que quizás siempre fue.

Este es el resultado de vuestra Transición, dicen algunos. No exactamente. Es más bien la consecuencia de un fracaso arriba (el de quienes manejan las grandes instituciones y entidades) y abajo (el de una ciudadanía desorganizada y absentista). Amos y jefes han elevado la ineficacia, la vaciedad y la codicia a categoría de virtudes públicas y privadas. Y así nos va. 

lunes, 21 de octubre de 2013

No quiero amargarles el día, pero... 20131021

El archimillonario Botín dirá lo que quiera y la Bolsa subirá, empujada por los buscadores de chollos y la entrada de capital extranjero (que por cierto está a punto de hacerse con el control de casi todas las grandes compañías españolas). Sin embargo, los brotes verdes tan cacareados por el Gobierno siguen siendo un mero truco publicitario destinado a sostener las posiciones electorales del PP de aquí al 2015. Cada vez que el Instituto Nacional de Estadística publica sus resultados mensuales aparecen cifras demoledoras. Puede que nuestro país esté consiguiendo atraer inversionistas gracias a que les vamos pagando los intereses quitándonos el pan de la boca, pero la economía real va de culo y cuesta abajo. Estaría encantado de admitir lo contrario, mas los datos son los datos. Y ya pueden Montoro, Guindos y los demás mariachis cantarnos rancheras bajo la ventana. Nos estamos haciendo más pobres, más dependientes y más frágiles.

En agosto, los fallidos de la banca superaron el 12%, y eso después del banco malo, el rescate y toda la pasta que hemos tenido que poner de nuestro bolsillo. Con respecto al mismo mes del año pasado, el negocio en la Industria bajó un 9,69% y en el sector Servicios de Mercado, el 4,50%. Nada menos. Así no hay economía productiva que valga, y el espejismo de las exportaciones es eso, un espejismo. Porque si la balanza comercial ha mejorado no es tanto porque vendamos mucho (aunque algo más vamos vendiendo a base de abaratar aquí los costes salariales) sino porque apenas compramos nada. Entre las importaciones caídas están los bienes de equipo imprescindibles para sostener e innovar nuestras empresas.

El Gobierno nos lleva de regreso a los años sesenta. Y todavía hay quienes ignoran o no se acuerdan de que aquellos fueron tiempos muy duros, con más de dos millones de españoles buscándose la vida en la emigración y un nivel de bienestar social por los suelos. Eso sí, el que tenía mucha pasta vivía como Dios e incluso podía creerse Dios mismo. Es lo que anhelan los sociópatas que mueven los hilos. Ser los putos amos... sin discusión. 

domingo, 20 de octubre de 2013

Aragón se queda sin imaginario... y en la cuerda floja 20131020

Cuando los obispos de Huesca y Barbastro-Monzón puntualizaron al Gobierno de Aragón que los bienes de las parroquias de la Franja son de la Iglesia y no van a ser cedidos de ninguna manera al poder civil, uno de los lugares comunes más traídos y llevados últimamente en la Tierra Noble se vino abajo. No es que sus ilustrísimas planteasen nada nuevo, sino que su tajante posición evidenció que el traslado a la vida política de un asunto generado, incubado y eclosionado en el seno de la jerarquía católica siempre fue una ilusión argumental. De la derecha, por supuesto. Pero cuando, de forma casi simultánea, el diputado de CHA-Izquierda Plural, Chesús Yuste, se quedó prácticamente solo al reclamar en el Congreso que los arcos de La Aljafería, llevados tiempo ha al Arqueológico Nacional, vuelvan al lugar de donde salieron, aún estuvo más claro que aquí el patrimonio artístico nos importa un huevo... salvo que permita agitar algún contencioso con Cataluña. Con Madrid no hay problema.

Ésta es una tierra donde se multiplican las solicitudes de licencia para usar la técnica del fracking y los mismos que empiezan a ponerle buena cara a tal negocio y descartan que sea peligroso o lesivo declinaron construir un hospital en Teruel por miedo a los terremotos. Aquí se ha desarrollado una política industrial (mediante avales, subvenciones y sociedades públicas) que se cae a pedazos porque se llevó a cabo sin criterios ni seriedad, persiguiendo a menudo quimeras imposibles o confiando en auténticos sinvergüenzas. Nos revienta Plaza por las costuras de la presunta corrupción (cuadro de Goya incluido), y ninguno de los políticos y los partidos o entidades que tuvieron parte en el asunto se creen obligados a dar explicación alguna. Lo cual plantea un interrogante crucial: ¿qué pasaría si pasásemos por el cedazo a las demás sociedades públicas y examinásemos sus cuentas y la naturaleza de su descomunal agujero financiero?, y en todo caso... ¿por qué no se lleva a cabo tal examen?

Los fondos de Teruel, enterrados en proyectos faraónicos. Las comunicaciones transpirenaicas, cuya milonga suena y suena desde tiempos inmemoriables. El poder de las infraestructuras que, como es lógico, son un medio y no un fin en sí mismas, como creemos... Todo el imaginario está saltando por los aires. Podemos aferrarnos a él como naúfragos a la tabla. Pero no sirve de nada. O creamos otro catálogo de objetivos y sueños, o estamos sin futuro.

Sobre todo si seguimos administrados por quienes no parecen tener otro objetivo que destruir nuestros servicios públicos, dejarnos en una posición más subordinada que nunca y seguir metiéndonos por ojos y oídos unos argumentos tan patéticos como inverosímiles. 

sábado, 19 de octubre de 2013

Oliván y Alcalde, contra la sanidad pública 20131019

Hay que ser muy destructivo y tener los hígados de hierro para acometer la demolición de la sanidad pública aragonesa (española por extensión). Hablo de un edificio muy sólido, de una institución que ha funcionado tan sobradamente bien que está ubicada en los primeros puestos de los ránkings que miden la eficiencia sanitaria en el mundo. Pero aquí, en la Tierra Noble, un individuo tan poco notable como el consejero Oliván ha cogido la piqueta y ahí va, clis, clas, catacrock, echando abajo todo lo que puede. El daño causado le importa un bledo. El hecho de que sus actos amarguen y compliquen la vida a miles de enfermos se la trae floja. Y espérate: el Gobierno central quiere restarles a las comunidades autónomas ocho mil millones en los dos próximos años. Teniendo en cuenta que las susodichas comunidades se ocupan de la sanidad y la enseñanza, imaginen la que nos va a caer de aquí al 2016. El apocalipsis.

Es sorprendente y terrible contemplar el compulsivo afán que alienta a nuestras actuales autoridades a la hora de tumbar todo lo que huela a Estado del Bienestar. Produce pavor la furia con la que el citado Oliván y su cuate Gustavo Alcalde, delegado del Gobierno en Aragón, se vienen aplicando a desmontar la sección de radiología del centro de especialidades Pablo Remacha, en el barrio zaragozano de San José. La semana pasada ejecutaron una operación cuasi militar para llevarse el mamógrafo, y en la madrugada de ayer, apenas horas después de que miles de vecinos exigieran parar el desmantelamiento, fueron a por los ecógrafos destrozando las puertas cual vulgares ladrones. Tan desmesurado afán indica que ambos terminators conocen la dimensión de su miserable tarea y saben que ésta exigirá mucho tesón y muy mala leche.

O tal vez sea cierto (además) lo que se dice por ahí. Que alguien muy poderoso, con intereses en un centro privado de radiodiagnóstico, anima a nuestros héroes para que dinamiten el correspondiente servicio público y luego deriven pacientes a su particular negocio. Parece un poco burdo, sí. Pero en estos tiempos... ¡Buuufff! 

viernes, 18 de octubre de 2013

Empresas 'ful' en el cóctel público-privado 20131018

Leer despacio la triste historia de cómo Tata Hispano fue medio regalada a los indios, subvencionada y apañada, para que éstos acabasen hundiéndola desde dentro y saqueando su hnow how tecnológico, produce un fatigoso desaliento. Lo mismo que conocer la retorcida relación entre el Ayuntamiento de Zaragoza y sus contratistas (AUZ, FCC, Decaux...). La capital aragonesa puede quedarse sin marquesinas ni adornos (y casi sin autobuses, ¿no?). Es decir, el universo de lo público-privado resulta ser un traicionero pantanal donde solo saben orientarse los avisados, los que tienen padrinos y amigos, los que juegan con ventaja.

Aliaga, el consejero de Industria del Gobierno de Aragón, sospecha que los directivos de Tata Hispano le engañaron. Si fue así, convendrá el bueno de Arturo en que no han sido los únicos que le han dado gato por liebre. En realidad, los embusteros y mangantes han ido y venido por el Pignatelli como Pedro por su casa vendiendo polígonos en Mallén y fábricas de avionetas en Villanueva, trajinando facturas (inflamadas) de las obras de Plaza, ofreciendo (y colando) depuradoras tan caras como desmesuradas y obteniendo pasta contante y sonante a costa del contribuyente. En Tata Hispano, como en otras factorías hechas o por hacer (no nos olvidemos de la reindustrialización de las cuencas mineras), los emprendedores lo han tenido a huevo. Al igual que el Ayuntamiento de Zaragoza ha sido pan comido para las grandes empresas de servicios.

Aragón ha tenido en estos años de recesión un desplome empresarial brutal. Es lamentable, pero tampoco podíamos esperar otra cosa teniendo en cuenta la naturaleza dependiente y frágil de nuestra economía regional. Imaginen lo que podría pasarnos si se cae la Opel. Pero no nos amarguemos, que todo anda manga por hombro. Ahora mismo, según acabo de leer, el Estado (o sea, nosotros) tendrá que pagar un mínimo de 1.700 millones de euros a Florentino Pérez y otros inversores si por aquello de los terremotos se anula la licencia para almacenar gas en el subsuelo de la costa mediterránea. Lo de siempre: beneficios privados, pérdidas públicas. 

jueves, 17 de octubre de 2013

Bienes... de los obispos 20131017

Durante años, el contencioso por los bienes de la Franja nos ha llevado de cráneo, nos ha hecho perder tiempo y dinero... y a cambio ha llenado de felicidad a quienes gozan con cada enfrentamiento entre Aragón y Cataluña. De hecho, creo que este último factor ha sido decisivo y ha motivado uno de los más fenomenales equívocos de nuestra historia reciente (por lo demás tan abundante en equívocos). Pero al fin los obispos de Huesca y Barbastro-Monzón han puesto las cosas en su sitio, y de paso le han pegado un buen tirón de orejas a la presidenta Rudi (¡ver para creer!). Ahora no caben más melonadas: los bienes son de la Iglesia Católica, solo de ella, y estarán donde la susodicha organización quiera que estén. Este no es un problema que afecte a presidentes, consejeros y diputados, sino a la gente de sotana. Y si hay un culpable de que esas imágenes, retablos y maravillas se hallen en Lérida y no en los museos aragoneses habrá que buscarlo en los episcopados oscense y barbastrense, sobre todo en este último. Pongamos el foco sobre Su Ilustrísima Alfonso Milián y dejémonos de tonterías. Él sabrá qué hace y qué no hace para poner las cosas en su sitio.

Naturalmente (como ya habían anticipado quienes conocen este tipo de casuísticas), la Santa Madre no quiere ni oír hablar de ceder al Gobierno de Aragón algún tipo de titularidad sobre los dichosos bienes. Para negarse a ello (pues sentaría un precedente peligrosísimo para la habitual avaricia clerical), los obispos aragoneses han aducido una espesa colección de hipócritas y egoístas consideraciones, muestra de hasta qué punto se aferran a los bienes materiales los presuntos representantes de Cristo. Llegan a recordarle a la pobre Luisa Fernanda que, en cualquier caso, no cabría cesión alguna "sin tasar y enajenar debidamente" los objetos en cuestión. La pasta es la pasta, hermanos.

La Iglesia llevó los bienes a Lérida. Que la Iglesia los traiga (si quiere), pues suyos y requetesagrados son. Aquí, los simples mortales bien haríamos en preocuparnos por cosas mucho más importantes y que, por terrenales, nos tocan mucho más cerca. 

miércoles, 16 de octubre de 2013

En todas partes cuecen habas 20131017

En Túnez se respira una extraña atmósfera. No pasa nada (o casi nada) pero algo va a pasar. La revolución que derribó a Ben Alí ha derivado en un Gobierno Provisional y una Asamblea Constituyente, sumidos hoy en oscuras maniobras políticas. No llegan turistas. En las ciudades, las embajadas occidentales y los edificios de la Administración aparecen rodeados de alambre de espino. La crisis económica es profunda. Células durmientes salafistas despiertan aquí y allá (en la provincia de Kasserine, en las estribaciones del Djebel Chaambi, se libra una oculta guerra sucia). En las calles la vida se desenvuelve en medio de un caos inaudito... Tengan por seguro que las primaveras árabes, saludadas con tanto entusiasmo en Occidente, no fueron sino un espejismo. Tal vez las primeras movilizaciones populares, impulsadas por las ilustradas clases medias urbanas, tuvieron la democracia como objetivo. Pero ahora emerge con fuerza el populismo islamista. Vuelven el velo y las barbas, las estridentes llamadas a la oración, la presión social contra cualquier costumbre liberal. En Kairuán, en el precioso café de la Kashba, las parejas de novios que pueden permitirse el lujo toman el té mientras hacen manitas. Solo manitas. Ningún hotel admite parejas de tunecinos si estos no demuestran, libro de familia en mano, que están debidamente casados.

No les cuento esto para consolarles de nada. El domingo, al volver a España, lo primero que me encontré fue con una maestra en paro que pedía limosna saltando de tren en tren en las líneas de Cercanías. Luego, en poco más de 24 horas, me metí entre pecho y espalda las declaraciones de Montoro sobre el presunto incremento de los salarios, los últimos datos relativos al escándalo de Plaza, la documentación que prueba cómo Tata-Hispano fue hundida desde dentro, el desmantelamiento de los equipos de radiodiagnóstico en el centro de especialidades del barrio zaragozano de San José... Y me di cuenta, una vez más, de que en todas partes cuecen habas. Lo cual, por cierto, no sirve de consuelo alguno cuando son las tuyas las que están en el caldero. 

lunes, 7 de octubre de 2013

Puestos de trabajo a millón 20131007

¿Cuánto nos cuestan determinados puestos de trabajo creados por iniciativa de las administraciones? Algunos, cientos de miles de euros, incluso millones. Increíble pero cierto. Convengamos en que las instituciones pueden (y deben) generar empleo directamente, contratando personal para los distintos servicios públicos (con claros objetivos previos y un riguroso proceso de selección, se comprende), o bien indirectamente, favoreciendo de manera transparente y sensata la iniciativa privada (que no es regalando subvenciones ni arrasando los derechos de los trabajadores). La lógica más elemental impone en todo caso una severa economía de medios y una relación adecuada entre el coste por cada nuevo trabajador, la rentabilidad social de las inversiones y el retorno que produzca el gasto. ¿A cómo salieron cada uno de los empleados que hubo en el inútil aeropuerto de Huesca (donde hay que meter cada año más de dos millones en mantenimiento)? ¿Y los efímeros contratos obtenidos en las cuencas mineras turolenses a golpe de ayudas multimillonarias? ¿Y los que puedan crearse en Caudé o Motorland?

La cosa tiene su punto sádico. De repente, uno se da cuenta de que el erario público ha puesto alrededor de 30 millones (por poner una cifra correspondiente, millón arriba o abajo, a cierto aeródromo destinado al desguace y mantenimiento de aeronaves), y se aspira a crear allí, a medio plazo, 20 o 30 y quizás 40 empleos directos e indirectos. Vista la relación coste-beneficio, parece borde que los trabajadores beneficiados (si lo son) tengan que currarse la página en lo sucesivo, cuando la pasta en juego, bien invertida, les permitiría vivir de puta madre el resto de sus días como rentistas.

Claro que, visto lo visto en Plaza, a lo mejor resulta que lo de los puestos de trabajo a millón tiene otra lectura: la referida a quienes cortan la pana y pillan en cada tajo. Ya ven que todo tiene dos caras... o una cara y un culo, como las monedas.

En fin, con su permiso aprovecho el Pilar para hacerme un homenaje. ¡Hasta la semana que viene! 

sábado, 5 de octubre de 2013

Esa peculiar euforia antiecológica 20131005

Como ustedes saben, los terremotos provocados por la inyección de gas en el subsuelo del litoral mediterráneo tienen al personal acojonadito. El inefable ministro de Industria ha dicho que los seísmos no pasarán a mayores. Pero lo cierto es que en su día no se hizo caso a quienes advirtieron de los riesgos, y ahora está zozobrando un proyecto que movilizó mil y pico millones de euros, parte de los cuales procedieron de créditos del Banco Europeo de Inversiones (ya pueden imaginar quién acabará pagándolos). No cabe mejor ejemplo de la estupidez destructiva que anima a quienes manejan este país, siempre dispuestos a violentar el medio ambiente, a malbaratar los recursos naturales, a poner en riesgo a la población... y a tirar el dinero (o malversarlo).

También sabrán que nuestro ínclito presidente ha sido el primer mandatario occidental que ha visitado Fukushima, aprovechando el viaje para cantar las excelencias de la energía nuclear allí mismo, a pie de catástrofe. Ha sido una forma delirante, rastrera y mísera de bailarles el agua a los presuntos inversores japoneses y de afirmar en el exterior la voluntad de darle al átomo en el interior. El lobi atómico español quiere que sus centrales funcionen 20 años por encima de su máxima vida útil y que las empresas beneficiarias del chanchullo no deban apechugar con el gasto de almacenar los letales residuos que dejan los reactores. Bajo los focos, Garoña: la central ubicada en la cabecera del Ebro, que debe ser desmantelada pero cuya continuidad se está subastando en los más altos despachos.

Y sabrán igualmente que, aquí mismo, el Ayuntamiento de Sallent anda loco con el pinchazo de su plan para urbanizar a lo grande el Estacho de Lanuza, donde la inestabilidad del terreno ha impedido construir apartamentos a tutiplén. O recordarán la millonada que llevamos metida en consolidar los futuros estribos de la nueva presa de Yesa en una zona igualmente inestable.

¿Será posible que el único lugar de España objeto de severas precauciones sea el solar donde debía ir el hospital de Teruel? 

viernes, 4 de octubre de 2013

Lo siento, pero la cosa no tiene remedio 20131004

Pues sí: el martes calculé mal los ingresos de taquilla en Motorland. Pero es que, aun corrigiendo la cuenta, los retornos netos totales de cada GP tampoco justificarían los gastos (4 o 5 millones, frente a 10 o 12). Y conste que dichos gastos los calculo (a ojo de buen cubero pues nos ocultan cuidadosamente su cuantía precisa) ciñéndome a lo que se lleva en crudo Dorna, la empresa organizadora (cinco kilates del ala), más la preparación de instalaciones, el personal, los seguros (incluidos los de los corredores), el dispositivo médico, la seguridad, la publicidad y no sé cuantos etcéteras. Dejo a un lado la amortización de lo invertido en el circuito de alta velocidad y de los gastos de su mantenimiento, o lo que puede suponer el dispositivo de la Guardia Civil para controlar los accesos a Alcañiz. Otro pico. En este plan, no es raro que la Ciudad del Motor engulla anualmente una buena parte del Fondo Especial de Teruel.

Aquellos cálculos, según los cuales cada GP dejaba en el Bajo Aragón y el Matarraña 20 o 30 kilates, nunca fueron sino una majadería oficiosa, una de las muchas mentiras publicitarias que jalonan la vida y milagros de ese fabuloso lugar que debiera llamarse Motorlandia, como en los cuentos. Cualquier análisis riguroso de los retornos tendría que tener en cuenta además el hecho de que, siendo las carreras muy positivas para la hostelería de la zona (es indudable), buena parte de los alojamientos con encanto de las citadas comarcas no necesitan motoristas para colgar el completo cualquier fin de semana de septiembre.

Y ya por cerrar el tema les voy a contar cómo va esto: en la próxima temporada las motos GP ya no rugirán en Laguna Seca (EEUU), el circuito del famoso sacacorchos. Sus gestores no han podido con las pérdidas de los últimos años. Mientras, el señor Gasión sigue soñando con la posibilidad de llevar la Fórmula 1 hasta Alcañiz. Tira millas. Nos costará un mínimo de 20 millones por carrera (véase el agujero que la susodicha F-1 ha dejado en Valencia). Disparando semejantes salvas, mal será que no le demos a algo... O a alguien.

jueves, 3 de octubre de 2013

Cuantas menos Matemáticas, mejor 20131003

El PP se ha rizado a sí mismo el rizo de la ley Wert para dejar las Matemáticas fuera de los bachilleratos de Humanidades y Ciencias Sociales, dando paso al latín como asignatura obligatoria. Seguro que un tic tan significativo tiene que ver, en principio, con la tradicional aversión de la derecha carpetovetónica a las ciencias exactas. Pero hay algo más. Ahora mismo al PP no le interesa que la gente del común haga cuentas. La aritmética la carga el diablo y la gente podría empezar por darle vueltas a la reducción de su salario y acabaría captando la trampa de los datos sobre el paro, las pensiones y otras menudencias del ajuste. Desde que empezó esta crisis (o lo que sea), las Matemáticas han sido tergiversadas, ignoradas, falseadas, machacadas y disfrazadas de propaganda. Son un conocimiento maldito. Hacen bien en quitarlas del bachillerato (salvo del que estudien los frikis que pretendan ser científicos y técnicos, claro). 

Cada vez que Rajoy (o sus delegados regionales, como nuestra Rudi) adelanta los datos de desempleo, lo hace usando un peculiar método de interpretación que luego es desarrollado en los medios oficiales y oficiosos para confundir de tal forma las cifras del paro que, al final, cuando se crean 31 empleos la cosa va de coña marinera, y cuando se destruyen 25.572, como este mes de septiembre, también hay que echar las campanas al vuelo. Por supuesto, la inmensa mayoría de la población se queda a dos velas sin saber si los puestos de trabajo aumentan o simplemente se reduce la población activa, o cómo evolucionan las afiliaciones a la Seguridad Social o si los contratos nuevos son contratos de verdad o una mierda pinchada en un palo (y disculpen la expresión, pero no se me ocurre otra más precisa).

¿Por qué aumenta la deuda pública pese a los recortes? ¿Qué será de las pensiones si los salarios caen, las cotizaciones bajan y el fondo de reserva es vaciado a velocidad de vértigo? ¿Cómo diantres se puede ahorrar sometiendo los servicios públicos a la ley del beneficio privado? Ya saben la respuesta de orden: toda la culpa es de Zapatero y las autonomías. Hala, más fe... y olvidémonos de las Matemáticas.

JOSÉ LUIS Trasobares 03/10/2013

miércoles, 2 de octubre de 2013

Presupuestos para un desastre continuo 20131002

Estos Presupuestos Generales del Estado son desastrosos. Para Aragón y para España entera. El ejercicio que planifican dejará a nuestro desnortado país con una deuda pública equivalente a todo su PIB, que es por cierto mucho más de lo que dejó en herencia Zapatero. Rajoy se las ha arreglado para compatibilizar un ajuste durísimo con un incremento inaudito del déficit. ¿Cómo? Salvando a la banca, socializando buena parte del agujero dejado por la burbuja financiera, respaldando la ruina de las autopistas privadas (¡esas radiales de Madrid!), aceptando las condiciones de las compañías eléctricas cuyas subastas periódicas del coste de la energía son un atraco en toda regla... En fin, barriendo para casa. Aragón, por supuesto, va en el paquete. La Tierra Noble jamás volverá a tener la porción presupuestaria que el Gobierno central le adjudicó durante la década pasada. Ahora vamos a volver a lo de siempre, a casi nada.
 
La gran novedad es que el PP aragonés y el PAR (ejerciendo este partido de estómago agradecido) dan por buena la jugada. Lo hacen usando las cifras a la remanguillé. Manejan las partidas apuntadas en el actual proyecto de presupuestos sin querer saber que, siendo estas muy poca cosa, es seguro que no todas se ejecutarán. Si en este caso la realidad percibida es una caca, la realidad real degenerará en una pena total. Para colmo, la poca pasta disponible se dirige a objetivos no ya dudosos sino absurdos, como ese recrecimiento de Yesa cuyas obras engullen los millones a velocidad de vértigo (porque el terreno sobre el cual se opera es inestable, como se advirtió, y para intentar consolidarlo ya se ha gastado cuatro veces más de lo previsto). Inversiones productivas, pocas o ninguna. Pero la derecha (la nacional y la regional) está satisfecha. Además, los recortes son para todos los territorios... qué consuelo.

Opel amplía la gama de fabricados en Figueruelas. Una buena noticia en medio de los ERE y cierres que diezman la industria aragonesa. De los presupuestos solo cabe esperar lo de siempre. Volvemos al pasado. Aragón, al ralentí, ni fu ni fa... En la cuneta.

martes, 1 de octubre de 2013

Motorland, mitos y leyendas 20131001

En la madrugada del 28 al 29, el rugido de los motores sobrevolaba la cálida oscuridad sobre el Guadalope. La cita nocturna estaba en Alcañiz... y la diurna también, claro. En decenas de kilómetros a la redonda todos los alojamientos estaban ocupados, corría la cerveza, se quemaba gasolina y la Guardia Civil llevaba todo el sábado volcada en las carreteras de acceso a Motorland. Horas después, en el GP, la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, contribuía a extender la leyenda de la Ciudad del Motor, aun reconociendo, ojo, que no existe un verdadero análisis técnico de sus míticos retornos económicos.

Establecer un cálculo fiable sobre qué da de sí el GP de motociclismo en Motorland no es, sin embargo, demasiado difícil. Y si no se ha hecho es por puro miedo a la verdad. En términos contables, sociales y culturales aquello es un pésimo negocio. Al menos para el contribuyente aragonés.

Los retornos provienen a) de los ingresos obtenidos en la propia Ciudad del Motor por venta de tickets, publicidad estática y otras partidas menores, y b) por los gastos que los asistentes a la prueba hacen en la hostelería de la zona. Pues bien, con unos sesenta mil espectadores y descontando los que entran gratis (por ejemplo los mayores de 65 años y los menores de 14), podríamos calcular una recaudación de medio millón de euros. Luego tendríamos que contar las habitaciones disponibles en setenta kilómetros a la redonda desde Alcañiz y sumar algunas más en Zaragoza: en total cinco mil camas, tirando muy por lo alto, y a ochenta euros por cama (generoso promedio, ¿no?) nos daría cuatrocientos mil euros. Sumemos copichuelas, comidas (pocas, porque la mañana del domingo no dio el más mínimo juego fuera del circuito) y venta de gasolina y souvenirs, y apenas lograremos superar el millón de euros de retorno neto. Millón y cuarto, si quieren. Pero el Gran Premio cuesta entre diez y doce millones. Y en las instalaciones deportivas de Motorland se han metido más de cien millones.

¡Lo que se podría haber hecho en el Bajo Aragón y el Guadalope usando con cabeza semejante pastón!