lunes, 30 de noviembre de 2015

¿Electoralismo?... Sí, por supuesto 20151130

Los repulidos llamamientos de los medios oficiosos y las hipócritas declaraciones de los partidos invitan a la unidad y a no convertir la cuestión del terrorismo yihadista en un arma arrojadiza durante la inminente campaña electoral. Pero, claro, nadie quiere (ni en realidad puede) eludir durante los mítines, declaraciones, debates y todas las escenificaciones que están por llegar algo tan obvio. Además no dejará de haber novedades al respecto, y el tema aún se puede poner más caliente, polémico y encabronado.

De momento, cada quien y cada cual (en España y el resto del mundo) ya ha utilizado y utiliza políticamente la repercusión de los atentados de París y lo que luego ha venido. Desde el primer segundo, Hollande reaccionó a lo Bush para cubrirse de posibles críticas a los fallos de seguridad que facilitaron la acción de los yihadistas y sobre todo para impedir, levantando una barrera de fácil y dramático populismo, la previsible reacción populista de Sarkozy y de Le Pen. De ahí todo lo demás: los despliegues policiales y militares (puro espectáculo), las declaraciones de guerra y el ruido diplomático. El resto de los mandatarios europeos, por el estilo. Unos han aprovechado la situación para vender el brutal rechazo a los refugiados que llegan a sus fronteras, otros han querido tomar la iniciativa y mostrar su liderazgo. Merkel mandará soldados a Mali. Esas tropas no hablan francés ni conocen el terreno ni disponen de informadores. Su efectividad ha de ser forzosamente limitada. Son un gesto político.

En España, el pacto antiyihadista cumple un objetivo similar: poner en escena a los partidos firmantes y justificar cualquier cosa que deba hacerse a continuación. Ni Rajoy ni Sánchez quieren mover ficha antes del 20-D, no sea que se espante el electorado. Luego, ya se verá. PP, PSOE y Ciudadanos se alinean, con mayor o menor prudencia, en el belicismo más convencional. E incluso se disputan el dudoso honor de ser los más dispuestos... a lo que sea. Podemos e IU se van a quedar solos en el intento de razonar las respuestas al desafío terrorista.

¿Electoralismo? Sí, por supuesto.

domingo, 29 de noviembre de 2015

La política aragonesa se expresa en números 20151129

Si se quiere hacer un resumen de la actualidad política aragonesa, hay que olvidar las palabras y centrarse en los números. De hecho, solo el p'alante-p'atrás de Zaragoza en Común (aunque sea en temas tan tontorrones como el de los adornos navideños de los comercios) le pone al tema algún garabato conceptual. Lo demás es aritmética: presupuestos, déficits, impagados, los 400 millones de inversión social que exige Echenique a Lambán, los 100 millones que faltan para redondear tal cifra, los 50 millones que reclama el Ayuntamiento de Zaragoza en la Ley de Capitalidad, dinero, dinero, dinero. Estaba cantado, por supuesto. Ni el consejero de Hacienda del Gobierno aragonés, Fernando Gimeno, es capaz ya de seguir haciendo malabares en la cuerda floja, y eso que es el mejor en tan abracadabrante cometido. Esta misma semana su departamento intentó hacerles un caño a los sindicatos con el tema de la extra de los funcionarios. Y al principio pareció que colaba. Pero luego los interesados leyeron los diarios, entendieron que la paga no iba a ser presupuestada... y se dieron cuenta de que lo pactado era solo una promesa, un ya te veré. Se cogieron un rebote del tres.

Cualquier observador avispado ha llegado ya a la conclusión de que las principales instituciones aragonesas necesitan elaborar otro tipo de presupuestos. Si las cuentas se hacen año tras año siguiendo un patrón invariable, la reiterada imposibilidad de cuadrarlas obliga a un cambio total del modelo. Y no se trata, por supuesto, de recortar lo fundamental, que son los grandes servicios públicos y todos los soportes sociales, ni de hacer ahorritos rebañándoles 600 euros al mes a los diputados de las Cortes (como propone Podemos con infantil empeño). Lo que debe ponerse sobre la mesa es la sostenibilidad de institutos, sociedades públicas, subvenciones, incentivos, externalizaciones a precio de oro, burocracias inútiles, proyectos sin pies ni cabeza y una distribución del gasto más basada en la rutina que en la verdadera necesidad. La política, hoy, consiste en priorizar objetivos, obtener ingresos mediante una fiscalidad progresiva, organizar una administración eficaz e incrementar la productividad del sector público.

O sea... todo lo que nunca se plantearon los gobiernos autónomos PSOE-PAR, que disfrutaron de una irrepetible época de abundancia, ni mucho menos el último Ejecutivo PP-PAR, cuya proeza consistió en devaluar la sanidad, la educación y todos los servicios sin conseguir controlar el déficit sino todo lo contrario. O lo que hizo en el Ayuntamiento de Zaragoza el propio Gimeno, escondiendo impagados y deudas bajo las alfombras, a base de filigranas contables y muchísima labia.

Los números se nos comen.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Codef, 40 años prodigiosos 20151128

Hace 40 años se fundó el Centro Obrero de Formación (Codef) de Delicias. Al que por entonces solíamos llamar El Codef de Terminillo, porque en dicha calle estaban sus aulas. Durante estos cuatro decenios, esa entidad (de indisimulable filiación progresista) ha educado adultos, ha alfabetizado, ha dado clases de español a inmigrantes, ha apoyado a escolares de familias en dificultades, ha ayudado a jóvenes en riesgo de exclusión, ha mediado en conflictos sociales, ha dinamizado de mil maneras el barrio zaragozano donde realiza sus actividades... Por encima de todo, el Codef ha sido una muestra prodigiosa de cómo la sociedad civil puede organizarse para resolver problemas, con ayuda institucional, lógicamente, pero en base a un esfuerzo propio y a una iniciativa verdaderamente ciudadana. Algo que por desgracia no abunda en Aragón (y en el resto de España).

Acciones sociales de este tipo son habituales en otros países donde la gente, además de poner a parir a los políticos, recelar de las instituciones y quedarse en la barra del bar esperando que alguien arregle lo que va mal, es capaz de unirse para aportar soluciones. Precisamente, el absentismo de este pueblo español tan poco dado al esfuerzo común, al voluntariado y a la organización, es lo que desequilibra nuestra democracia y dificulta la participación. Los partidos políticos (que tampoco van sobrados de militantes) actúan como instrumentos casi únicos, no solo para gestionar la cosa pública sino para cualquier cosa que requiera un compromiso colectivo. Todos nos quejamos de la evidente partitocracia. Pero, a la hora de la verdad, cada cual se ocupa como mucho de ir a votar... y luego, a esperar que los elegidos hagan maravillas.

El Codef de Delicias ya no está en Terminillo, sino en sus nuevos locales de la calle San Roque (digo nuevos aunque se inauguraron en 2010, pero como aún colea la deuda...). Ha sobrevivido al paso del tiempo, a los recortes, a las constantes dificultades económicas. Hoy, por la tarde, en el Centro Cívico de Delicias, tan extraordinario éxito se celebrará por todo lo alto. No faltaré, amigos.

viernes, 27 de noviembre de 2015

En Aragón, a seis; en España, sin Rajoy 20151127

Aragón Televisión hará debates electorales a seis. Supongo que reunirá en el plató a PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, Unidad Popular y UPD. Algunos temen que con tantas voces aquello acabe siendo un galimatías o una sucesión de breves monólogos que cada cual recitará cuando le toque turno. Aunque en los Estados Unidos (lo siento, queridos, pero en ciertas habilidades democráticas los yanquis son maestros indiscutibles) las primarias de los dos grandes partidos dan lugar a encuentros ante las cámaras que suman incluso más de seis contendientes, y allí sí se dan, según cuentan, interesantes y dinámicas discusiones.

En España ya sabemos que Rajoyha decidido reservarse para comentar los partidos del Madrid en la COPE y si acaso un cara a cara con Pedro Sánchez. A todo lo demás mandará a la vicepresidenta Soraya, a que lea la lección y regañe al socialista y a los primerizos Iglesias y Rivera. Así que en el primer debate organizado por los de Prisa para el lunes 30, el PP no estará porque los convocantes rechazaron, con muy buen criterio, que en un duelo de primeros espadas la gran derecha enviase a su número dos. A su vez, don Mariano pasa de todo, porque ha teorizado que, si no puede vender la recuperación económica (¡anda de lo de Abengoa!) y el miedo a que vayamos a peor con otro gobierno, aún le quedan la baza catalana, cuyo estupendo impacto le tiene maravillado, e incluso los réditos de la guerra contra el terrorismo yihadista, que él administra con cuidadín para no quedar en evidencia (como en 2004). P'a qué más. El jefe conservador nunca ha sido muy aficionado a presentarse en público. Si hubiera de encarnarse en uno de los dos candidatos a la presidencia norteamericana que inauguraron la era del debate en televisión, él elegiría ser Nixon, no Kennedy Ya ganó las oposiciones a registrador y algún que otro debate parlamentario, ¿por qué habría de estar todo el día haciendo méritos ante esa ciudadanía tan desengañada, incrédula y morbosa?

Así que en Aragón, a seis. A ver si se lucen las/os candidatas/os, porque a priori, la verdad, pocas pasiones despiertan entre el electorado.

jueves, 26 de noviembre de 2015

No tendrá otro remedio la CUP que votar a Mas 20151126

Como el proceso independentista catalán se fundamenta en un mandato popular inexistente (Junts pel Sí y la CUP no sumaron ni siquiera la mitad de los votos emitidos en las autonómicas plebiscitarias), el atribulado soberanismo le tiene miedo a una nueva convocatoria electoral que podría desdibujar la magra ( "agridulce", dijo Romeva) victoria de septiembre. Así que Baños y los suyos no tendrán otra salida que votar (desgarrados) a Mas como president, mientras este refunda su partido, se patea bajo la mesa con Esquerra y sigue apostando por una secesión cuyo escaso apoyo ciudadano la convierte en una desesperada y antidemocrática jugada.

Como yo no me imagino a Podemos votando presidente a Rajoy, tengo que admitir por fuerza que en Cataluña pasan cosas muy raras, y que la pretendida superioridad moral e intelectual de aquel nacionalismo centrífugo sobre el centrípeto nacionalismo español de toda la vida no existe. Ambos andan a la par. Para tener el carácter rotundo, imparable e irreversible que se le supone a cualquier movimiento independentista, Mas, Homs, el citado Baños y los dirigentes sociales que están en el ajo de la desconexión deberían obtener de forma sistemática un voto total por encima del 66% (dos tercios) y disponer de un liderazgo y un consenso indudables. No es esa la situación, claro. En Cataluña no se dan ni de lejos las condiciones que justificarían la separación de España y la construcción de un Estado propio. Y por eso mismo resulta increíble que el Gobierno central no haya abierto la puerta hace tiempo a un referéndum como mandan los cánones de la ley de claridad.

En las manifestaciones soberanistas celebradas en Barcelona, los asistentes gritaban "¡Un sol poble!", con esa estúpida manía de definir a las gentes por la geografía y la identidad, hermanando a ricos con pobres, sinvergüenzas con honestos, derechas con izquierdas, burgueses con anticapitalistas... Todos juntos en un movimiento nacional. Por eso es fácil que la CUP acabe votando a los del 3%. En la España-España, por lo menos, las izquierdas no han de tragar semejantes sapos.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Si hay guerra... ¿quién es el enemigo? 20151125

Ya sé, ya sé que el enemigo es el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda y las células autónomas y los lobos solitarios y los jeques del Golfo que ponen la pasta y los traficantes del petróleo producido en los pozos capturados por la yihad... En estas andaba yo cuando me llegó la noticia de que el ejército turco había derribado un bombardero ruso en la frontera con Siria, y me quedé en blanco. Porque en este caso no sé si el enemigo es el malvado Putin, cuyo despliegue aéreo sobre Siria era alabado por muchos portavoces occidentales y con el que pronto ha de entrevistarse monsieur Hollande, o lo es el islamista (¿moderado?) Erdogán, miembro de la OTAN y por tanto parte de Occidente, pero que viene haciendo cosas muy raras como atacar a los kurdos cuando estos se movilizaban para defender a sus hermanos sirios de la última ofensiva del Estado Islámico. Según no pocas fuentes, el incidente podría tener su origen en que los rusos se han puesto a bombardear las larguísimas caravanas de camiones cisterna en las que el EI traslada su petróleo para venderlo... en Turquía. Cualquiera sabe.

Por supuesto, reconozco la naturaleza malvada, fanática y criminal del EI y de Al Qaeda. ¿Y qué? Si las policías de Bélgica y Francia (más los respectivos servicios de ¿inteligencia?) no dan pie con bolo, si los servicios antes citados no son capaces de hackear el despliegue en internet de los yihadistas, si Oriente Medio no se estabiliza, si no es posible cortar las fuentes de financiación del EI, si la compra-venta de armas y municiones sigue descontrolada... toda la verborrea antiterrorista y el énfasis y las melonadas belicistas que sueltan los bocazas son humo. Como lo de Ciudadanos, poniéndose ahora en plan heroico.

En medio de este siniestro pim pam pum (me decía la periodista siria Lina Chawaz que sobre Siria, donde cien facciones armadas pelean entre sí y contra el régimen, el tráfico aéreo militar es intensísimo y la gente ya no sabe ni quién la bombardea), en medio de esta locura (el corazón de Europa, en estado de sitio)... el PAR se ha sumado al pacto antiyihadista. ¡Tiembla, tiembla, maldito Califato!


martes, 24 de noviembre de 2015

Ni halcones ni palomas... ni Dios 20151124

Antes de entrar a matar(se), los terroristas del Estado Islámico o Al Qaeda gritan "¡Dios es grande!", definiendo así la primera incógnita fundamental de esta compleja ecuación cuya solución nos lleva de calle. Por ello, cuando pasó lo de las Torres gemelas, algunos analistas se dejaron llevar por la sinceridad y se preguntaron abiertamente si el problema no era... Dios. Catorce años después no cabe duda: lo es. Mientras las sociedades musulmanas se identifiquen con un dogma de fe, no podremos entendernos bien con ellas. A la postre, la única salida del Islam es hacer lo que hizo Occidente: convertir la religión en una mera opción personal, separándola del orden político, de la confección de las leyes y de la definición de la moral natural. Nadie mejor que los españoles para saberlo, porque aquí la jerarquía católica intentó hasta el último minuto (aún lo intenta a veces) controlar la vida de las gentes mediante elementos coercitivos. 
 
Dicho lo cual, yo paso de entrar en el debate sobre si ahora hay que ser halcón o paloma en la réplica al terrorismo yihadista. Porque la contradicción a la hora de concretar dicha réplica no se plantea entre quienes echan fuego por la boca y exigen un implacable bombardeo que acabe con el Estado Islámico, y aquellos otros que intentan razonar la situación y abrir una estrategia dirigida a obtener la estabilización del Norte de África, Oriente Medio y Asia Central. Esto no va de realismo o buenismo ni de pacifismo o belicismo ni de similares dilemas. La cuestión radica en cómo abordar la lucha contra los fanáticos criminales sin darles la razón, sin crear condiciones que les favorezcan y sin permitirles que sigan medrando y matando. O sea, ser eficaces o no serlo. Y hasta ahora las intervenciones armadas de Estados Unidos y sus aliados no lo han sido, bien al contrario. Si no, ¿cómo puede ser que la capital administrativa y militar de Europa y Occidente, Bruselas, estuviese ayer paralizada y en estado de sitio? Mal iremos si Hollande imita a Bush y si todos perdemos los nervios. Aquí es preciso luchar para ganar. Y la paz es, no se olvide, el único camino a la victoria. 

lunes, 23 de noviembre de 2015

Y lo peor de todo... la duda 20151123

Un reportero de France Press me llamó el otro día. Prepara un trabajo previo al 20-D. El tema es Aragón, el Ohio español, la comunidad autónoma que, al igual que dicho estado norteamericano, resume las tendencias electorales de todo el país. Así que el colega me preguntó sobre la situación política, la economía, la corrupción... Buuufff, ¡la corrupción!

¿Qué podía decirle? Pues que aquí no ha existido, o si ha existido no se ha descubierto, una corrupción en red, organizada, transversal y estructural como en Valencia o Andalucía o Baleares o Cataluña. En la Tierra Noble (¡je, je, je!) los mamoneos han sido detectados en focos específicos, aparentemente aislados entre sí: La Muela y Plaza, por ejemplo. Pero tampoco soy capaz de descartar nada, porque la duda me corroe y alguna de las incógnitas que flotan en el aire sugieren respuestas tan obvias como perturbadoras. Por otro lado, la actuación de jueces y fiscales sería capaz de desorientar a cualquiera. Tras más de ocho años de instrucción sumarial, díganme ustedes que emoción ha de tener la próxima vista oral del caso La Muela. Por no hablar de las incógnitas que genera sistemáticamente el hecho de que unos temas se investiguen... y otros no. ¿Por qué no?

No lo sabemos todo. Ni los más enteradillos. Qué va. Y si sabemos o intuimos algo, quizás no podamos probarlo. La ruina de la CAI, por ejemplo. No fue cosa de unos cientos de millones ni siquiera de unos pocos miles. El saqueo debió ser mayúsculo. Al margen de los escandalosos sueldos y pensiones de los directivos, lo más gordo (gordísimo) se fue en inversiones inmobiliarias de alto riesgo, créditos temerarios e inexplicables, compras de empresas semihundidas. Pero ahí no se ha entrado a fondo. Ni siquiera la comisión de investigación creada por las Cortes fue capaz de poner nombres propios a tales inversiones, créditos y compras. Cuyos beneficiarios, eso seguro, no eran personas desconocidas que pasaban por allí.

Tal cual se lo di a entender al periodista francés. Ya le detallaré algo más cuando venga a verme dentro de unos días. Sin resolver las dudas, claro.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Mudando de opinión según convenga 20151121

El terrorismo siempre es repugnante. Corra a cargo de organizaciones supuestamente subversivas, de los estados que dicen combatirlas, de las naciones más agresivas o del crimen organizado. Parece fácil sostener con coherencia tal enfoque. Pero no es así.

En algún artículo escrito hace años (decenios, quiero decir) abordé el tema de los presuntos miembros de ETA que, tras ser detenidos, aparecían ahogados en la ría o tiroteados cuando, según la versión oficial, intentaban fugarse. Ojo con estas cosas, advertí. Con los ametrallamientos de bares, los excesos policiales, la tortura... Lo hice midiendo las palabras y sin apearles a los etarras los adecuados calificativos. Pero las personas de orden se escandalizaron. Me acusaron de justificar el terrorismo, de no entender la sucia naturaleza de la guerra que se estaba librando, de practicar un absurdo buenismo democratero... ¡Ah!, pero tiempo después se produjeron las primeras filtraciones relativas a los GAL y otras cosas que pasaban en Interior. Y de repente, aquello se convirtió en el más poderoso argumento para acabar con el crédito electoral de Felipe González. Entonces, los mismos que aplaudían las gestas del general Galindo mudaron de enfoque y pasaron a rasgarse las vestiduras ante casos tan obvios de terrorismo de estado como la detención ilegal y la tortura (a la argelina) de Lasa y Zabala.

Así que ahora no me escandalizo cuando los opinadores más reaccionarios elevan a la categoría de gran héroe de la lucha antiyihadista al mismo Putin que ayer denostaban por su apoyo al dictador sirio El Assad. O escuchar a quienes exigían acabar con el susodicho tirano al precio que fuese (como antes con Sadam y Gadaffi) invertir súbitamente tal opinión, e incluso proclamar que lo mejor será dejarse de tontadas y bombardear a todos los sunníes sirios (que, a priori, estaban oprimidos por los malvados alauís del régimen) hasta que no quede uno, pues... ¿cómo distinguir entre ellos a los que simpatizan con el Estado Islámico de los que no?

Sea oportunismo político, ignorancia o mala leche, el tema abruma. Eso sí: para los terroristas, fenomenal.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Con el tranvía a cuestas 20151120

Es probable que en las obras del tranvía de Zaragoza se produjera el clásico arreglo con las constructoras habituales y el no menos habitual encaje de bolillos con las partidas asignadas a distintas actuaciones dentro del proyecto. Es algo muy propio de los contratos públicos en España. Como lo es, por cierto, el sobrecoste, que suele desbordar (a veces exponencialmente) cualquier presupuesto inicial. Pero en el caso que nos ocupa el precio no se disparó, mira por donde, ya que las adjudicaciones se hicieron sobre cantidades fijas y cerradas. ¿Hubo truco? ¿No lo hubo aunque pueda parecerlo? ¿Por qué ni el PSOE ni CHA ni IU quisieron investigar el asunto desde el propio ayuntamiento? ¿Por qué ahora la Fiscalía da curso a la denuncia de un particular asesorado por el abogado del PP?... Eso todavía no está claro. Veamos si la jueza correspondiente es capaz de sacar algo en limpio, o no. Y si apareciese algo feo, duro con ellos. Que ya harta andar todo el día con la mosca tras la oreja.

La alegría que ha provocado entre la derecha este nuevo capítulo del culebrón tranviario obliga a advertir que, de momento, solo se investiga, y todavía no hay sumario abierto ni imputados ni cosa sabrosa que masticar. Eso sí, yo mismo puedo certificarles que las obras (fuesen gestionadas en limpio o en sucio) se ejecutaron de acuerdo con las más exigentes reglas de la chapuza. Valiente novedad.

Salga lo que salga a relucir, el tranvía es un medio de transporte magnífico. El mejor que funciona en Zaragoza. Además, se trata de una de las pocas inversiones recientes que está cumpliendo su plan de negocios y sus plazos de amortización, da servicio a decenas de miles de personas cada día y cumple su cometido a la perfección. Quiero decir que no es como el pabellón-puente, la Torre del Agua, el aeropuerto de Huesca, Motorland y tantos otros inventos que no sirven para nada o bien funcionan a base de seguir metiendo en ellos pasta y más pasta sin solución de continuidad.

En todo caso, bien podría el PSOE dar la cara y explicarse al respecto. Que se les ve muy desentendidos a Pérez Anadón y compañía.


jueves, 19 de noviembre de 2015

Cuatro meses... y seguimos sin cobrar 20151119

Cuatro meses y medio después del relevo en el Pignatelli, los gestos son amables, las palabras suenan bien, pero lo contante y sonante... no tanto. Al menos en lo que respecta a los discapacitados intelectuales, uno de los colectivos más desvalido y necesitado de apoyo. El problema es el maldito dinero. A estas alturas, las oenegés que trabajan en este sector siguen sin ver gran cosa de lo que la Administración aragonesa les debe por las plazas de residencia y los centros de día u ocupacionales concertados con el IASS (Instituto Aragonés de Servicios Sociales), o por los complementos salariales que el Inaem (Instituto Aragonés de Empleo) ha de abonar a los centros especiales de empleo. La deuda (que viene de atrás) compromete muy seriamente la actividad de los Atades, Aspace u otras entidades del sector, sin las cuales miles de discapacitados se quedarían en la calle.

Les cuento la situación de la Fundación Adislaf, que conozco muy bien. Acoge en sus residencias a 80 personas y a 235 en centros de día y ocupacionales. En sus empresas (una lavandería, una recicladora de aceite vegetal usado y un taller de manipulados) trabajan más de 80 discapacitados. La plantilla total incluye a otro centenar de empleados: cuidadores, monitores, profesionales de la sanidad, técnicos varios, administrativos y directivos. Los salarios más bajos rondan los 750 euros al mes, los más altos no superan los 2.000 euros.

Bueno, pues en estos momentos los impagos por parte de las instituciones rondan ya un millón de euros (casi un tercio del presupuesto anual). El IASS debe un total de 463.569 euros. El Inaem (que no pone un céntimo ¡desde abril!), otros 360.014 euros más correspondientes a complementos salariales y otros conceptos. Y de propina, 100.000 euros de las subvenciones del Ayuntamiento de Zaragoza correspondientes al año pasado (para éste han reducido la cifra, total...). A fin de ir tapando semejante agujero (hay que pagar a los trabajadores y a los proveedores), es preciso recurrir a créditos, cuyo coste anual en intereses puede llegar a los 100.000 euros.

¿Qué más puedo decirles?

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Contra el terror, libertad e inteligencia 20151118

Tiempo de obviedades. Hay que luchar contra el terror yihadista y sus fanáticos agentes. Pues claro. La clave está en cómo hacerlo para obtener buenos resultados. ¿Bombardeando con nuestros reactores de última generación? Sí... si se sabe dónde, cómo y para qué. Desde el 11-S del 2001, sobre el teatro de operaciones que va desde Asia Central al Mediterráneo han caído (por cuenta de Estados Unidos, Israel, diversos países europeos y algún gobierno local) enormes cantidades de bombas, misiles y artefactos letales de todo tipo. ¿Y? El problema no sólo radica en los famosos daños colaterales (decenas de miles de inocentes muertos y millones de desplazados), sino en la inutilidad de tal apocalipsis. Las cosas van cada vez peor. Por si Al Qaeda y sus franquicias eran poca amenaza, ahora ha surgido el Estado Islámico. Se ha desencadenado una guerra poliédrica en gran parte del ámbito islámico. El enfrentamiento entre sunníes y chiíes, interactúa con los viejos conflictos en Kurdistán, Palestina, Yemen y Magreb-Sahel. En buena medida, Occidente sembró esos vientos. Ahora, los efectos de la tempestad nos alcanzan sin remedio.

Para luchar contra el fanatismo yihadista es preciso convertir la libertad en un baluarte, la piedad en un argumento y la inteligencia en un arma decisiva. El Estado Islámico utiliza vehículos, equipos de comunicaciones y armas fabricados en países no musulmanes. ¿Cómo han llegado a su poder? ¿Cómo transporta y vende el petróleo de los pozos y refinerías capturados? ¿Cómo recibe y mueve los fondos procedentes de organizaciones privadas de Arabia Saudí y Emiratos?

Restringiendo nuestros derechos constitucionales o desplegando en las ciudades de Europa soldados armados hasta los dientes no se lucha contra el terror, se le hace el juego. Hay que potenciar los recursos policiales, investigar, encontrar aliados entre los magrebíes y árabes laicos (no entre las malditas monarquías wahabíes), estudiar las implicaciones estratégicas de cada movimiento... y no convertir la simplificación del problema en un ejercicio de oportunismo político (como hace ahora Hollande). Es obvio.

martes, 17 de noviembre de 2015

Crónica pasmada de tres días de guerra 20151117

¡C'est la guerre!, le escuché a Hollande la misma noche del viernes/madrugada del sábado. Tenía cara de susto. Pero era su obligación adoptar poses marciales y disimular el tremendo fallo operativo de los servicios secretos y la policía francesa, que acababan de perder París a manos de ocho fanáticos suicidas. Con la guerra en marcha, el domingo al mediodía subí al paso del Portalet para ver cómo funcionaba el control de la frontera. Sin embargo no había control alguno. La Guardia Civil había estado por allí durante la mañana pero se había ido. De la Gendarmeria, ni rastro. Luego, durante todo el día de ayer, las manifestaciones de solidaridad y repulsa se mezclaban con el eco de los llamamientos a bombardear más y mejor, a no tener piedad, a rechazar que esto tenga algo que ver con la invasión de Irak y Afganistán y la desestabilización de Siria y Libia... Y los más aguerridos eran los que en marzo del 2004 intentaron aprovechar la masacre de Madrid para ganar las elecciones, mintiendo sin rubor.

Francia despliega soldados por las calles y reformará la Constitución porque en la guerra... como en la guerra. Putin, ayer denostado por belicista, ha pasado a ser admirado por el mismísimo Sarkozy. Claman los portavoces de los partidos españoles, los periodistas, los expertos, la impresionada ciudadanía de a pie. Por suerte, la renta variable europea se ha estabilizado en el curso de una sola jornada. Bajan líneas aéreas y cadenas hoteleras; suben las fábricas de armamento.

Mal momento para intentar llamar la atención sobre los errores cometidos en Oriente Medio, que tanto han favorecido al yihadismo. O para advertir que este enfrentamiento es muy asimétrico (el poder destructivo de Occidente y Rusia es infinitamente superior al del Estado Islámico), pero también complejo y no convencional. Podemos ha intentado racionalizar la situación y todos los demás le han caído encima, en un magnífico alarde de oportunismo electoralista (Ciudadanos sí está listo para aprobar cualquier intervención en Siria. ¡Olé!).

Tres días ya de guerra. Y espera.

JLT  17/11/2015

lunes, 16 de noviembre de 2015

¿Y si los ‘Ocho apellidos catalanes’...?

Es un hecho que la película Ocho apellidos vascos influyó positivamente en la distensión que ha vivido el País Vasco desde que, derrotada ETA, seducida la llamada izquierda abertzale por el brillo de los cargos y devuelto el PNV a la lógica de sus intereses naturales, las cosas se fueron calmando mal que bien. Cuando los de Bildu pasaron a considerar los escenarios del rodaje una especie de nuevo patrimonio nacional y la gente empezó a subir en cinematográfica romería a la ermita de Zumaia, algunos nos quedamos patidifusos. Pero estas cuestiones, en las que la política se mezcla con las emociones y el tema identitario, no se ajustan a las reglas de la razón pura. A base de lugares comunes y de un hábil tratamiento del neocostumbrismo, la historia del chaval sevillano que se enamora de la chica guipuzcoana ha hecho que mucha gente que andaba más tiesa que un palo de escoba acabara riéndose de sí misma. Que es como las personas se humanizan de verdad y dejan de ser un potencial peligro para el resto de la especie.

Así que ahora tendremos que dejar actuar a los Ocho apellidos catalanes. Aunque no está garantizado que esta vez la peli tenga unos efectos tan balsámicos sobre los nacionalistas (de uno y otro signo) que andan la greña con el lío de la desconexión. Sea porque el momento está cargado de tensión, sea porque independentistas y españolistas están tan subidos a la parra que parecen estatuas de un monumento, el caso es que muy suelta y graciosa habrá de estar Rosa María Sardá para calmar a las fieras. Y no lo digo por los de la CUP, que a lo mejor ésos sí que se ríen. ¡Son los que mejor se lo están pasando con la movida!

Lo cierto es que empecé este artículo dispuesto a dar nuevas explicaciones a quienes no entienden, tanto en una acera como en la de enfrente, el obvio procedimiento para resolver estos conflictos de acuerdo con una Ley de Claridad y los usos democráticos. Pero la parábola fílmica ha acabado abduciéndome. Cuando abordo el tema de la puñetera desconexión, unos me dicen españolista y otros separatista. No me queda pues otra salida que reírme. De mí, por supuesto. 

sábado, 14 de noviembre de 2015

Y luego está la condición humana 20151114

Es imposible no reparar en que, tras las manifestaciones contra la violencia machista celebradas hace una semana (especialmente la gran marcha llevada a cabo en Madrid), el asesinato de mujeres se ha multiplicado en estos siete días, de tal manera que cualquiera podría suponer la existencia de una ciega rabia exacerbada por la misma protesta. Como si entre los malditos amos y verdugos hubiese corrido un llamamiento al crimen inmediato, una consigna al estilo de las que proclaman las webs yihadistas cuando convocan al degüello.

El fenómeno resulta de lo más turbador. Los periodistas solemos debatir entre nosotros y con otros profesionales de la comunicación y la sociología acerca de los límites que exigen algunas informaciones. Porque sabemos (yo lo sé por experiencia propia) que ciertos actos, difundidos por los medios, provocan de inmediato réplicas o imitaciones. Los suicidios, sin ir más lejos. Aunque siempre asumimos que tampoco es posible silenciar sucesos de ese tipo si alcanzan la categoría de fenómeno que trasciende los límites de lo personal para convertirse en expresión de un problema social o en una lacra que debe ser denunciada en público y combatida. Por ejemplo cuando la gente empieza a quitarse la vida tras un despido, un desahucio, una inmersión súbita e inevitable en la pobreza. O cuando miles de mujeres son victimadas cada año por sus parejas que las acosan, las menosprecian, las maltratan, las golpean y las matan. No es fácil, sin embargo, hacerse a la idea de qué es lo correcto a la hora de convertir ciertos hechos en noticia. O cuál puede ser el procedimiento adecuado para evitar que tales hechos se repitan una y otra vez.

La condición humana es así. Oscila entre lo mejor y lo peor. La solidaridad y el egoismo, la generosidad y los celos, el amor y el odio. Suponemos que la política y los políticos tienen los medios (y la obligación) de evitar el mal y fomentar el bien. Pero ese poder y ese deber son cosa de todos. Y no basta con bajar a la manifestación convocada. Además es preciso combatir segundo a segundo, día a día, contra lo peor de nuestra condición.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Secesión: de la tragedia a la comedia 20151113

La votación de ayer le pilló con la gripe al portavoz de la CUP catalana, Antonio Baños. Pero con virus o sin ellos, el colega se lo está pasando de miedo. Va y viene por los pasillos y escalinatas del Parlament esbozando un sonrisa irreprimible, rodeado de cámaras y micrófonos cual estrella de cine. Es un tipo simpático y maneja con habilidad una ironía demagógica (o una demagogia irónica). La mejor arma para un anarco postmoderno, capaz de relacionar la construcción hoy de una república soberana, catalana, libertaria y asistémica con la tradición histórica austracista, románticoburguesa e incluso carlista. Así, en el contexto de esta y otras alucinantes empanadas, el conflicto catalán pasa sin transición de la tragedia a la comedia. Y si no fuera porque la situación va a tener consecuencias muy serias para todos, podríamos empezar a reírnos de esta secesión blanca, de papel y mentirijillas, que tanta satisfacción le está produciendo... a Rajoy.

Antes de dar por sentado que el Parlamento de Cataluña está haciendo Historia o que la hacen el Gobierno de España, la Abogacía del Estado y el Tribunal Constitucional habríamos de darle la razón al que afirmó que la Historia se ha acabado. A lo mejor yo estoy embebido aún en la Edad Contemporánea, cuando la liberación de los pueblos (a través de la revolución y la independencia) se obtenía tras dramáticas secuencias de idealismo, heroísmo y adhesiones populares casi unánimes, con líderes indiscutibles conduciendo a las masas. Aquí, de eso no hay nada: ni héroes ni idealistas ni una voluntad ciudadana absoluta (en términos cuantitativos) ni liderazgo.

En Moncloa reina la alegría. Mariano y los suyos saben que les están poniendo el 20-D a huevo. En tal faena se luce Esquerra, que ya hundió a la izquierda catalana boicoteando el Tripartito desde dentro, y ahora va a por la izquierda del resto de España. Arrimando el ascua a la sardina del PP y C's, los independentistas están zancadilleando al PSOE y Podemos. Guay.

Esta ópera bufa no es una rebelión ni una insurrección ni cosa que se le parezca. Es solo aquello que dijo el amigo Baños... ¡un pollo! De granja.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Algo tendrá que poner de su parte el PSOE 20151112

Ya puede estar tranquila Maru Díaz, que el PSOE de Teruel no ha de ponerle querella alguna, ni cosa parecida. A la postre, la portavoz de Podemos en las Cortes aragonesas no se ha salido tanto del tiesto. Será duro lo que dijo de los socialistas. Pero éstos, en vez de encabronarse y amenazar con represalias imposibles, mejor harán en poner algo de su parte para que el personal (no sólo los amigos de Echenique) deje de verlos como una organización básicamente sospechosa. Antonio Arrufat jamás debiera haber sido delegado de la DGA en Teruel, porque ya se sabía que podían engancharle (con razón o sin razón, que eso ya se verá) en el tema de la denominación de origen, oscuro y lamentable asunto del que todavía no acabamos de hacernos una idea cabal (para colmo, el tal Arrufat también es jamonero). Y del alcalde de Calanda... ¿qué se puede decir? Fíjense si la cosa tiene miga que al actual regidor de dicha localidad y a su predecesor en el cargo y compañero de militancia los denunció (al parecer con algún fundamento) un Sumelzo, constructor él, que resulta ser no el padre de Susana, la candidata al Congreso por Zaragoza, sino un hermano. Culebrón al canto. Tampoco la dama mencionada es precisamente la mejor cabeza de cartel.

Ojo, que aquí nadie ha sido condenado por nada (aún está pendiente incluso la vista oral por la gran causa derivada de la Operación Molinos en La Muela). No estamos hablando (todavía) de ilegalidades manifiestas, sino de manifiestos yerros estéticos. Ya saben: además de ser honrado hay que parecerlo. algo fundamental si queremos salir del círculo vicioso en que chapoteamos desde hace lustros.

El PSOE aragonés debería esforzarse un poquito más en merecer el voto que pronto pedirá. Sin necesidad de tener a los de Podemos ojo avizor, en plan Pepito Grillo. Es cierto que en España y sus naciones la moral pública ha caído muy bajo. Pero algún día habrá que abrir las ventanas, dejar que corra el aire y poner fin a este delirio, en el que los idiotas se aferran al y tú más mientras los agudos (o sea, los sinvergüenzas) convierten la corrupción en seña de identidad patriótica.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Fenómenos (que parecen) paranormales 20151111

Bajo la superficie de las cosas fluyen ocultas fuerzas que acaban imponiéndose, a veces sin que nos demos cuenta. Aun rechazando las teorías de la conspiración, que tanto éxito tienen entre las personas más impresionables, hemos de admitir la existencia de unos impulsos, impresiones o estados de opinión, que se extienden y se imponen, como si alguien hubiese programado previamente su imparable dinámica. Vean, por ejemplo, los vaivenes de la política española. En el último año, UPD se ha hundido, Podemos ha pasado de las más grandes expectativas a la máxima tribulación, Ciudadanos se ha convertido sobre la marcha en la gran esperanza blanca, el PSOE de Sánchez no sabe aún si es carne o pescado y el PP ha logrado convertir en realidad su sueño (perder toda esperanza electoral en Cataluña a cambio de recuperar sus ambiciones en el resto de España). Es difícil hacerse a la idea de que todo ello ha ocurrido de manera natural.

¿Por qué un buen día, incluso los medios amigos se lanzaron a la yugular de Rosa Díez, en cuanto esta se negó a confluir con Ciudadanos? ¿A quién se le oculta que Podemos ha sido objeto de una campaña de descrédito como nunca se vió en la España democrática? ¿Cómo ignorar que, sin embargo, Ciudadanos va en volandas, milagrosamente librado de ataques o críticas, sin que nadie pregunte por su financiación o divulgue sus incidentes internos? ¿Qué cabe pensar de los malabares estadísticos, confusos y contradictorios, pero en base a los cuales la mayoría de los comentaristas han asumido el dogma de la recuperación económica?

El caso es que no existe un centro operativo propiamente dicho desde el cual se impartan consignas a medios y periodistas (y a los analistas y expertos cuya opinión cuenta). Pero los mensajes correctos surgen y se generalizan con una rapidez y una contundencia que parece cosa de magia. La disidencia se ha convertido en una extravagancia, un lujo que se permiten unos pocos que están por encima, por debajo o al margen del sistema. Si yo fuera más ingenuo diría que se trata de fenómenos paranormales. Pero... 

martes, 10 de noviembre de 2015

Problema catalán, problema español 20151110

Ha sido una cosa alucinante, surreal. Cuando el Parlament, perfectamente partido por la mitad, aprobó-rechazó la desconexión, resultaba difícil creer que aquello fuese en serio. Pero a los independentistas se les veía muy campanudos haciendo historia. Vean el contexto: crisis, corrupción generalizada, aún no se sabe quién ni cómo será el president de la Cataluña que se desconecta, existe la posibilidad de ir a nuevas elecciones al Parlament en las próximas semanas, el proceso secesionista ha sido aprobado en solitario por dos fuerzas políticas (una de ellas, inestable amalgama de diversos partidos y plataformas sociales) que en septiembre no alcanzaron ni el 50% de los votos... y ayer, mientras el futuro nuevo estado nacía (o era concebido, que no está claro), en la calle había cuatro gatos agitando esteladas mientras el resto de los catalanes hacía su vida habitual cual si no pasara nada. Ha sido, sí, un suceso anormal, ridículo; un alarde... de españolismo.

Es inimaginable que se pueda proclamar la independencia de un país en esas condiciones. Pero el nacionalismo catalán ha fabricado su argumentario clonando del más rancio nacionalismo español la pulsión autoritaria, el desprecio por las reglas democráticas y obviamente la negación de toda disidencia. Por eso la interactuación entre Rajoy y Mas ha sido perfecta. El primero, cerrando los ojos a la magnitud del problema (la pulsión separatista de una parte significativa de la sociedad catalana) y negando cualquier alternativa homologable, a la canadiense o la británica. El segundo, buscando su supervivencia política en ese proceso trucado que pretende construir un estado sin legitimidad de ningún tipo y contra la voluntad declarada (en las urnas) de más de la mitad de sus habitantes (¿o no fue por eso que Junts pel Sí votó ayer contra la propuesta de Catalunya Sí que es Pot a favor de una consulta reglada?).

Pero así el del PP está a un paso de ganar las próximas generales en nombre de la unidad patria, y el de Convergencia se ha librado del desastre político (no descarten que acabe siendo president pese a la CUP). España pura y pícara, ya digo. La peor España.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Hay que saber administrar las decepciones 20151109

Que no, que no bajarán del cielo ángeles y arcángeles capaces de iluminar y transformar la oscurecida política española. Si alguno de ustedes creen que Podemos o Ciudadanos, por su naturaleza juvenil y fresca, van a darle la vuelta a la situación ipso facto, lo tienen claro. Lo cual, por cierto, no significa que los nuevos partidos (cuyas circunstancias, además, son bien distintas) no sean un fenómeno muy interesante y sin duda positivo; pero milagros no harán. Es imposible.

No se angustien por ello. La vida consiste, entre otras cosas, en superar con ecuanimidad los desengaños grandes y pequeños. Sin aspavientos ni victimismos ni pendulazos.

Verán. Cuando a finales de los Sesenta pasé de la cándida adolescencia a una apasionada e insurrecta juventud, me influyeron simultáneamente lecturas, músicas y películas que llenaron de novedad y color mi vida de chico español de provincias. Los libros de reportajes de Reed, las apasionantes memorias de León Bronstein Trotski, la poesía combativa de Hernández y Neruda, los panfletos fílmicos de Eisenstein... Pero también los escritores de la generación beat (Kerouac, Ginsberg, Burroughs), el rock, el mejor Hollywood. Ahí me enganché a la psicodelia y el socialismo, a la libertad sin freno y la fe revolucionaria. ¿Qué otra cosa cabía hacer a los dieciocho años en aquella horrible España?

Luego, claro, leí a Solzhenitsyn, a Koestler y a London. Supe de los horrores del estalinismo. Transité por el camino de la decepción y el escepticismo. Y no hace mucho ha caído en mis manos la autobiografía de Carolyn Cassady, la esposa de Neal Cassady (personaje que inspiró novelas y poemas), la amante de Jack Kerouac, la amiga de Allen Ginsberg... Y su testimonio describe no a los héroes culturales que yo suponía, sino a unas mujeres y hombres (empezando por ella misma) llenos de limitaciones, complejos, egoísmos y fobias. En algunos momentos, unos auténticos mierdas.

Pero, qué quieren que les diga... No he renunciado a mis esperanzas y aficiones juveniles, al menos no del todo. No sufro ni lloro. A la postre, siempre supe que los ángeles no existen.

El general más valiente 20151108

Ya no importa tanto que haya bajado en paracaídas ni que su presencia en la futura candidatura de Podemos por Zaragoza ponga en evidencia aquellas primarias de cartón piedra. Todo esto pasa hoy a segundo plano, cuando José Julio Rodríguez está siendo objeto de mil ataques por parte de la misma derecha que hubiera aplaudido su entrada en política... a condición de hacerlo en las filas del PP o de Ciudadanos. Es acojonante que en un país donde se toleran (más o menos) los desahogos fascistoides de los militares más tronados, donde se silencian los casos de corrupción en el seno del Ejército y del complejo industrial anejo, donde los abusos de poder y el acoso sexual se zanjan expulsando a las víctimas, donde, en fin, un manto de silencio disimula cualquier inconveniencia... el malo de la película sea un general que ha tenido el valor de comprometerse con un partido de izquierdas.

En las últimas 72 horas, de Rodríguez se ha dicho de todo. Su biografía profesional y personal ha sido escrutada a la búsqueda de cualquier borrón. El Gobierno, obviamente encabronado, le cesó el viernes a título imaginario (cesarle... ¿de qué?), antes de atender su previa y reglamentaria solicitud de salir de la reserva para poder ser candidato. TVE dio esta noticia de la forma más improcedente. Uno veía el demencial akelarre y no podía por menos que empatizar con alguien capaz de meterse en una situación donde tiene tanto que perder y tan poco que ganar, salvo la satisfacción de ser coherente con sus criterios políticos.

En esta España abducida por la amnesia y la mentira, la existencia de militares demócratas y progresistas es uno más de los muchos agujeros negros que perforan el pasado reciente. Desde Riego hasta los de la UMD, una larga estela de nombres y hechos jalona la alianza entre ciudadanía y milicia. El franquismo, claro, se aplicó a borrar el recuerdo de aquellos generales y oficiales. Aunque parezca increíble, las izquierdas más duras han interiorizado y asimilado esa ignorancia forzada.

Podemos, ciertamente, está cogida en su propia trampa (además de ser objeto de un campaña de descrédito como no se había visto desde la Transición). Sus iniciales deslices antipolíticos, la demagogia en relación con cargos, sueldos y coches oficiales (¡la casta!) les pasa factura. Como sus renuncios en materia de democracia interna.

Pero no es menos verdad que si un partido aspira a ser alternativa tiene que contar con personas honestas, que además posean una alta cualificación profesional: técnicos del Banco de España, inspectores de Hacienda, economistas, ingenieros, diplomáticos, juristas... militares. Como Rodríguez. Al que, visto lo visto, el valor no se le supone. Lo ha acreditado.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Cuántas tonterías hay que oír... y leer 20151107

No esperen jamás que me pare ni un minuto a comentar las torpes provocaciones de pirados como Willy Toledo o los deslices de los supuestos expertos en asuntos de la Casa Real que asignan a Cataluña las barras de la Corona de Aragón. Las teles primero y ahora las redes sociales producen a tal cantidad de exabruptos, tontadas, barbaridades y memeces (ahora sobre el general Rodríguez), que entrar al detalle de cada salida de tono resulta trabajoso e inútil. Sin embargo a muchos les pone este guirigay, porque les permite participar con sus propias paridas. El cachondeo se torna democrático y participativo. Pero yo paso. Hay cosas más importantes.

El problema radica en que la actualidad se está llenando de asuntos y reclamos capaces de alucinar a la gente, convertirse en trending topic y dejar huella en el breve instante de su notoriedad. Nos estamos yendo de cabeza. He leído, por ejemplo, en tuits, blogs y cuelgues en el Facebook, pero también en algún medio que va de serio, que aquí, en la bendita tierra Noble, los niños (se supone que todos) tendrán que estudiar el aragonés al ser dicha lengua vehicular. Estúpida (y malintencionada) mentira. En realidad se trata de un proyecto de trabajo en el que participa la Universidad de Zaragoza y que llevará el aprendizaje del viejo idioma (normalizado a partir de sus variedades originales) allí donde se habla y lo soliciten las comunidades afectadas. Vamos, que la cosa va a ser minoritaria, voluntaria y adecuada, como pasa desde hace decenios con el catalán.

Pero las barbaridades y los recochineos se expanden con rapidez y alegría. La opinión pública se configura así en una atmósfera tóxica. La gente sensata se vuelve majara porque, además, incluso las noticias trascendentes llegan en versiones cada vez más confusas. Sin ir más lejos, a ver quién es capaz (entre EPA y datos de Trabajo) de saber si el paro sube, baja o se va de vacaciones en verano... Por lo cual algunos prefieren plantearse otras cuestiones: el último enfurruñamiento de Cristiano Ronaldo, la patada de Rossi, el chinito de Gran Hermano. Es el imperio de la tontería. 

viernes, 6 de noviembre de 2015

Y así se desvanece el sueño aragonesista 20151106

El PAR ha renovado su coalición con el PP para las próximas generales. CHA, tras aliarse con el PSOE, en cuyo Gobierno aragonés ocupa una consejería, encara el 20-D desde Unidad Popular, cuyas primarias le asignaron un papel secundario (IU se ha llevado la mejor parte). El sueño aragonesista se desvanece por la derecha y la izquierda, quizás porque su peso político nunca fue suficiente (ni siquiera en sus días de relativa gloria) para influir de verdad en los complejos equilibrios de fuerza que se han dado y se dan en España. Así, de repente (y justo cuando el aterrizaje del general Rodríguez en la futura lista de Podemos por Zaragoza ha reavivado la discusión sobre quién, cómo y por qué es aragonés, o no), la bendita Tierra Noble se presenta como lo que, en realidad, nunca dejó de ser: un territorio con alguna identidad pero sin margen ni genio para convertirla en moneda de cambio. Somos pocos. Y además, demasiado conformados.

El PAR ha firmado un nuevo contrato con el PP que todavía reducirá más su presencia dentro de los respectivos grupos populares o bloques de derechas en Congreso y Senado. Tampoco se pierde demasiado. El hecho de que durante la última legislatura hubiese un diputado (de rebote) y tres senadores regionalistas en una y otra cámara no supuso gran cosa. Casi siempre votaron de acuerdo con la estricta disciplina conservadora. También, claro, cuando tocó hacerlo contra propuestas de interés para Aragón. Es un hecho que los últimos cinco presupuestos generales del Estado (incluyendo el que corresponderá al 2016) han sido para nuestra comunidad muy flojos tirando a pésimos.

En el PAR ha existido siempre una clara tensión entre la ideología (conservadora, españolista y catalanofóbica) y la obediencia territorial (sea eso lo que fuere). Aún había un tercer y decisivo factor: el clientelismo y los negocios. CHA ha sido otra cosa. A la postre, el aragonesismo que emergió al filo de la Transición fue genuinamente progresista. Y Chunta quería ir todavía más lejos por la vía del nacionalismo rojiverde. No ha logrado el éxito que perseguía. Solo sobrevive.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Un general, candidato de Podemos... ¡Arggg! 20151105

El fichaje por Podemos del general José Julio Rodríguez, exjefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), ha dejado al personal atónito, sobre todo a la derecha que se ha puesto de los nervios (¡aaarrrggg!). Desde luego, Rodríguez no es un cualquiera. Además de haber estado en lo más alto de la cúpula militar española, tiene fama de hombre serio, eficiente, honesto... y progresista. Es el presidente del Foro Milicia y Democracia, que se inspira en las ideas de la UMD antifranquista, y se le considera el padre de la modernización de las Fuerzas Armadas.

Claro que situarlo de dos en la lista al Congreso por Zaragoza resulta desconcertante. En primer lugar, el general no deja de ser un cunero como la copa de un pino, la prueba de que las primarias de Podemos (con lista única para toda España) fueron concebidas para dejar margen al lanzamiento de posibles candidatos paracaidistas. Por otro lado, es difícil que el ex-Jemad salga elegido. Porque lograr dos diputados por esta circunscripción... ¡Bufff!

De las primeras reacciones, deduzco que algunas personas creen que ser militar y progresista es antinatural. No conocen la historia. En este bendito país nuestro siempre hubo (sucesivamente) profesionales de la milicia liberales, republicanos y socialistas. No es cierto que Franco arrastrase a su sangriento golpe de estado a todo el Ejército. En realidad, las primeras víctimas del Alzamiento fueron militares fusilados por permanecer fieles al Gobierno democrático. En Madrid, Barcelona o Valencia oficiales encuadrados en la UMRA (Unión de Militares Republicanos y Antifascistas) y mandos leales de la Guardia de Asalto y la Guardia Civil tuvieron un papel fundamental en la represión de los sublevados. En Zaragoza... Aquí, en las horas inciertas del 18 de julio, llegó el general Núñez de Prado, jefe de la Aviación y héroe de la guerra del Rif. Pretendía evitar la insurrección de esta capitanía. Ya era tarde. Los golpistas le detuvieron y enviaron a Pamplona, donde fue asesinado.

Así que ahora tal vez no estemos ante una rareza de Podemos, sino ante un momento singular e interesante de la precampaña. No se asusten.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Al ADN colectivo le falta el gen de la libertad 20151104

Cuando el Gobierno central se aferra al cumplimiento de unas leyes inmutables para sostener los mitos nacionales más conservadores. Cuando los independentistas obvian sin complejos los requisitos democráticos más elementales, ignorando a más de la mitad de la población catalana. Cuando la derecha de Calatayud (PP y C's) se niega retirarle a Franco unos honores municipales que le fueron concedidos en otros tiempos "por salvar a España". Cuando algunas izquierdas desprecian la democracia burguesa y se ciñen a los clichés más manoseados para desautorizar todo lo que no encaja en sus sueños totalitarios. Cuando la memoria histórica, que no es sino el conocimiento de nuestra Historia Contemporánea, provoca el escándalo y el rechazo de tanta gente. Cuando los mandamases y sus seguidores más fieles practican el conmigo o contra mi sin la más mínima concesión... Cuando ocurren todas estas cosas (y alguna más), se pone de manifiesto que las Españas nunca experimentaron la victoria duradera de los movimientos políticos modernos. O al menos no la experimentaron en el momento adecuado.

Aquí no hubo una revolución liberal, nunca se decapitó a un rey (como en Inglaterra y Francia), nunca se implantó un texto constitucional avanzado (como el de 1812) que durase algo más que un suspiro, no se llevó a cabo con normalidad la separación entre Iglesia y Estado, no tuvimos (hasta el 78) periodos relativamente democráticos que no acabasen destruidos sin piedad por las fuerzas reaccionarias... Y así los regímenes sin libertades o de libertades muy restringidas se sucedieron durante los siglos XIX y XX, privando a sucesivas generaciones de un horizonte en el que las libertades colectivas e individuales fueran algo más que una ilusión o una pretensión subversiva, una aspiración secreta cercada por el miedo.
Por eso ahora se oyen y se leen (todavía) cosas inauditas. La democracia como espacio ordenado pero abierto a la crítica, el disenso, la desobediencia civil, la participación popular y la consulta a la ciudadanía no nos encaja. Es el gen que la falta a nuestro ADN. 

martes, 3 de noviembre de 2015

Gases inestables en el planeta 20-D 20151103

Van reposando ustedes los hervores de la semana pasada? Más les vale. Nos aproximamos al planeta 20-D, un cuerpo gaseoso, muy inestable y donde la inaprensible materia tiende a condensarse en moléculas muy elementales: independencia, Unidad de España, ley, soberanía, Constitución, rebelión... Mal momento para las sofisticaciones químicas. Al ser los partidos incapaces de establecer programas verosímiles (unos son de imposible cumplimiento; otros, una fabulación de misterioso pero temible desenlace), su única salida ante las próximas generales consiste en acudir a los más básicos impulsos emocionales de la ciudadanía. Así, nada es seguro y todo cambia a velocidad vertiginosa.

El 19 del mes pasado, Jorge Galindo publicó en la web Politikon (http://politikon.es) un magnífico trabajo titulado El corazón de los partidos, en el que describía la clientela de las distintas formaciones de acuerdo con el sondeo llevado a cabo por el CIS en julio. Así definía cuatro prototipos de organizaciones políticas: la conservadora (PP), la reformista de mercado (C's), la socialista dividida (PSOE y quizás IU) y la de la juventud cabreada (Podemos). Los votantes de cada una de ellas tendrían características (edad, situación laboral, renta o formación) bien diferenciadas. El PP acoge a personas mayores de 65 años (el 39% de su parroquia) y no activos (46%); el PSOE le va a la zaga (31,7% y 41,4%, respectivamente). Los partidos nuevos, sin embargo, mueven a jóvenes y activos. PP y C's atraen similares segmentos sociales (clases medias-medias y medias-altas) diferenciados básicamente en su edad (abuelos y padres, para Rajoy; hijos y nietos para Rivera). Y fíjense: los de Iglesias son mas ilustrados y ganan más dinero que los de Sánchez.

Pero eso era antes de que los nacionalistas catalanes se lo pusieran a huevo a Rajoy, el jefe del PSOE se viera arrastrado por la corriente patriótica (para gozo de su ¿compañera?, la andaluza Díaz), Podemos intentase hacer pie en medio de la torrentera y C's maniobrara para zafarse del todos con el Gobierno. La atmósfera nacional da oxígeno a Susana, Mariano, Artur... y todos sus corruptos.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Reflexiones en el Día de los Difuntos 20151102

En Youtube se puede ver de todo. Hay un vídeo (localícenlo en watch?v=1Q60yBQG8XI) de algo más de tres minutos que procede de la televisión rusa y fue rodado en los arrabales de Damasco, en medio de la ofensiva del ejército regular sirio. Adobado con una opresiva banda sonora, las vistas aéreas de un gran barrio completamente devastado por la guerra, donde los tanques disparan y los soldados corren encorvados buscando ángulos muertos, es una de esas escenas de futuro distópico que me espantan y, al tiempo, me fascinan. Muy ilustrativo para este Día de los Difuntos, abducido por la larga fiesta de jalogüín por obra y gracia de la identidad transcultural en la que (felizmente) nos ha sumergido la inquietante globalización.

Nunca hubo en el planeta tanta gente viva ni nunca jamás la muerte estuvo tan presente en nuestra realidad cotidiana. Con una tele de plasma en el salón de cada casa, además de ver de vez en cuando (ahora, a menudo) al presidente Rajoy, podemos asomarnos a la actualidad y a la ficción (cuyas imágenes cada vez son más parecidas) para reír... o llorar. Hagámonos a la idea de que el mal campa a sus anchas por un mundo en el que las buenas causas forcejean impotentes, como voluntariosas tiritas intentando taponar una herida descomunal. De tal manera que uno va por ahí equiparando canalladas de unos y otros (Occidente y Oriente, Norte y Sur, Europa-EEUU y Rusia-China, sunnitas y chiitas...) sin hacerse ninguna ilusión. Tiempo de cinismo.

La democracia, pobre, retrocede en Venezuela pero también en los bien mirados México o Turquía (en ambos países la vida y la libertad de los periodistas vale bien poco). No digamos en Arabia Saudí y los emiratos. Imposible elegir bando en Siria, donde la guerra ha alcanzado proporciones y características atroces. La insensibilidad de Europa (la UE solo ha reubicado 86 de los 160.000 refugiados que pactó) debería avergonzarnos... Da miedo, porque a diferencia de otros momentos de la Historia ahora nos enteramos de todo al segundo. Sin embargo hay que seguir adelante. Hoy puede ser un buen día. Y además es fiesta.

domingo, 1 de noviembre de 2015

PSOE y Podemos, la alianza inevitable 20151101

Nadie sabe qué puede pasar de aquí al 20 de diciembre. A fecha de hoy, el demencial órdago de los independentistas catalanes quizás refuerce la inverosímil posición legalista de Rajoy, o tal vez consolide el ascenso de Rivera, o brinde nuevas oportunidades a Sánchez (aunque su alternativa federal sigue siendo demasiado difusa), o a Iglesias, que propone la salida más compleja (el referendo a la canadiense) pero la más seria y correcta, si es que de verdad se quiere poner fin a la locura desatada. A golpe de intuición, yo diría que a la izquierda española (incluida la catalana) la situación, de entrada, no le favorece. Y si PSOE y Podemos siguen atacándose mutuamente ninguno de ambos partidos sacará nada en limpio. Véase la situación en el Ayuntamiento de Zaragoza.

Se empeñan los de Podemos en alinear a los socialistas con la derecha pro-Troika. A su vez, en el PSOE andan obsesionados con segar la hierba bajo los pies de los otros, porque los ven como una amenaza a la hegemonía que su partido ha ejercido siempre en el centro-izquierda español. Ambas partes se miran con recelo, pactan cruzando los dedos bajo la mesa y no escatiman reproches y ataques mutuos. Así, Rivarés (ZeC) y Trívez (PSOE) negociaron las polémicas ordenanzas fiscales de Zaragoza desde la respectiva voluntad de imponerse y no de llegar a un consenso. Una baza, se supone, a favor del imaginario podemista y común: los socialistas acabaron encamados con PP y C's, justo lo que desea Podemos para poder mantenerse incontaminado al otro lado de la barricada, convertido en la única respuesta a la podredumbre del Sistema.

Las cosas no son tan simples. Ciudadanos sí puede moverse a un lado u otro del espectro político desde una cierta centralidad (aunque cada vez está más atado a obvias obligaciones ideológicas que lo escoran sin remedio a la derecha). Pero Podemos no tiene ese margen de maniobra. En ningún caso podría permitir que, por su omisión, el PP se hiciera con algún gobierno, no digamos si se trata del Gobierno de España. Y como sus expectativas electorales son limitadas (aun en el mejor de los casos), tendrá que entenderse con el PSOE, si quiere como si no. Por supuesto, tampoco los socialistas están para hacer muchos malabares. Si pactan algo importante con el PP, se habrán pegado un tiro en la sien.

Ésta es la situación que afecta a Lambán, Echenique, Santisteve y Pérez Anadón (y a Sánchez e Iglesias, claro). En cuanto a la evolución de los acontecimientos en Zaragoza, más valdrá que unos y otros se tranquilicen y se pongan positivos. En caso de seguir la guerra fría... siempre puede echar ZeC el freno de mano y plantear una moción de confianza (tal vez debiera haberlo hecho ya). A ver entonces...